martes, 17 de abril de 2018

EL UNIVERSO DE LA CABALÁ CON LA LIC. PATRICIA WANDA FRACHIA ZAIDEL (DISCÍPULA DE LA MAG. BEATRIZ BOROVICH)

Café de por medio me reuní con la maestra de Cabalá Lic. Patricia Wanda Frachia Zaidel (Sod 22 Buenos Aires, Grupo de estudio de Kabbaláh en Buenos Aires). Una entrevista que disfruté (y aprendí) al máximo.


 Llegué a los libros de mi maestra en una santería. Y dentro de esa búsqueda, quería conocer la historia de todos los santos (hay un libro de un abate inglés del 1600 que hizo la recolección de los santos del todo el mundo) porque me fascinaba la audacia, en aquellos momentos; de estos hombre y mujeres que murieron por la fe, por defender un pensamiento. Mientras estaba en esto, veo en una presentación de libros, "Cabalá un camino de luz"de Beatriz Borovich, y ahí me zambullí; eso era lo  que yo estaba haciendo, había empezado mi camino de luz. Leí su libro, yo no sabía Cabalá pero con mis números llegaba a los números de Beatriz desde la numerología. La quise conocer; le escribí mails durante un año, y un verano suena el teléfono de mi casa, era la licenciada Borovich.
Beatriz Borovich
 Y así fue mi inicio con ella. Le dije que necesitaba conocerla y por esas cosas de "las almas", de las conexiones -que ella ha sentido también seguramente-, me citó en un bar y ahí cambio mi vida. Comencé a estudiar profunda y profusamente y, paralelamente, también estudie hebreo bíblico on line, lo cual me facilitó la comprensión de La Torá.
-¿La Cabalá es una ciencia?
Es polisémica la Cabalá, necesitás de la lingüística, del dibujo, de las artes, de la historia, de la numerología, de la medicina porque estudiamos el cuerpo y su paralelismo con las letras, teología sin dogmas, mucha Biblia, mucha Torá, Evangelios, Zohar y todos los libros de la Cabalá, todo es poco y todos tiene algo.
-Estudiarla lleva toda la vida..
 Por eso es el Gran Camino, porque es el retorno, un retorno limpio. Yo creo que el saber es amor. Si me dicen ¿estudiás Tarot?, sí, ¿cómo no lo voy a estudiar?, si es un legado maravilloso de símbolos. Uso nada más que 22 cartas, los Arcanos Mayores, y no busco adivinación porque con la gematria se me abre el alma de la persona; mi concepto es que somos almas vivientes; lo corporal, lo material es una dimensión con la cual no trabajo, lo hago con las dimensiones más sutiles.
 El objetivo del que estudia Cabalá es acercarse a Dios.
-El significado de la palabra Cabalá es Recepción...
 Sí, viene del verbo Leqabbel, Recepción, con el concepto de que somos ánforas que recibimos luz. Si yo no doy lo que enseño, tapo mi ánfora de luz y todo lo que bajaría rebota, se desborda y se pierde, entonces uno cuanto más sabe se da cuenta que menos sabe y que cuanto más podés compartir lo que sabés, más se produce eso misterioso de la Leqabbel, de la bajada de luz. El efecto es: a mayor pérdida (compartir) de tu luz, mayor luz.
-Y en cuanto al origen de la Cabalá...
 Misterioso. Tenés distintas miradas, historicidades y mitos como el Midrash, un mito pero sagrado, por lo cual se respeta y casi no se discute, o sí , pero en términos académicos. En su libro Las palabras y las cosas,  Michel Foucault entendió que Adán tuvo la posibilidad divina de nombrar a las cosas según su esencia, como también dice Borges en un Poema. 
 La palabra es vibración, todo vibra en el planeta, en el universo. Esas vibraciones son altas, bajas, buenas y malas. El Midrash dice que esa posibilidad fue dada al primer hombre y que fue escrito o guardado esos secretos en Enoc (un ángel) y que el primer libro donde aparecerían estas cifras, fórmulas y misterios sería El Libro de Enoc, donde se habla de Los Angeles, el misterio de la creación, de los "nombres", de divinidades buenas y malas...
- Habla de "Los Observadores"...
 Claro, que todo el tiempo estamos observados por energías que se comunican con Dios.
 Otra historia es la de Abraham. Abraham fue un astrólogo que vino de Ur, de una escuela filosófica monoteísta. Por primera vez aparece una idea y un método; él escuchó a Dios, que le dijo que cruce del otro lado del río Jordán, de las montañas, del desierto, que iba a encontrar la respuesta, y como ya sabía de la existencia de Dios (Adonai), que lo divulgue. Dios le dio un nombre y un método, y ahí aparece la Cabalá, con esas cifras, esos nombres (como nombrar), esas energías.  Abram se convirtió en Abraham y su esposa Sarai en Sara; con una sola letra que cambiaron (la H, letra 5, del soplo), y dos soplos hicieron el milagro de tener un hijo (Isaac, en hebreo sonrisa), con 100 años él y 90 su esposa; ahí tenemos otro misterio.
 También Moises, que indudablemente fue un gran cabalista, practicante de magia; él con su cayado maldijo a los egipcios con las 10 plagas, que se cumplieron. Él aprendió de las "pirámides", pero seguramente tenía un legado de su propio pueblo, la Cabalá, y así generacionalmente se transmitió.
-De chico tenía la imagen de un rabino, anciano, en la Edad Media, estudiando viejos pergaminos...
 No, hay dos momentos: la escuela de Safed, en Palestina con grandes cabalistas en la avanzada Edad Media y por otro lado en Europa la triste historia de los judíos del Langedoc en la Provence. Quedaron muy pocos, que bajaron a la España de las tres religiones y un solo Dios. Ahí aparecen genios como Maimónides, después Moises de León, Abulafia, que venían de generaciones de estudiosos de La Torá, de la Cabalá. Cuando llega lo escrito, la idea de hacer libros, aparece el misterioso Zohar.
 Y acá es muy importante las traducciones. Para estudiar  Cabalá uno tendría que ir a las fuentes en hebreo y arameo, pero muy pocos pueden hacerlo. Hay que comprar buenas traducciones, sabiendo que están interpretando.
-El Zohar, ¿por quién fue escrito?¿se fue enriqueciendo con los años, con varios estudios, varios autores? 

 Sí, es como la Biblia, que se nutrió de varios momentos, escribas y pensadores.
 Tiene también su relato mágico: en el siglo III (Roma), el rabino Simón Bar Yojai, en una instancia muy difícil, estuvo 13 años en un foso junto al hijo y a otros discípulos, escribe en arameo, el Zohar.  Misterio, porque después aparece en España el rabino Moises de Castilla, que lo traduce del arameo al hebreo, y se lo da como su autor. Lo mismo pasa con el Séfer Ietzirá, que es el libro primero que el iniciado tiene que llegar a comprender; son muy pocas hojas pero muy difíciles, de autor anónimo.

-Es imprescindible, si alguien quiere estudiar Cabalá, abordar el Zohar
 Pero hay que abordarlo sin prejuicio y sin buscar entenderlo. Uno tiene que leerlo (está en un sistema mayeútico), abrir y buscar una frase... tal cual hacen algunos con la biblia, con los evangelios. Es difícil, es discontinuo porque se pasa de un tema al otro y hay que tener una base sólida para no perderte. Yo, a cada oficina pública le regalaría un Zohar y que lo abaran y tengan la posibilidad de llegar a la Luz. Como es un libro adogmático, mi intención es que las personas que rigen nuestras vidas se iluminen, sean mejores. No es que a través de un libro lo vas a ser, pero a través de la humildad sí. 
 Santa Teresa de Ávila describe en Las Moradas, siete estados místicos, casi en el borde del trance, y llega a una situación de amor absoluto, de entrega; orgasmo místico.
-El éxtasis 
 ¡El éxtasis! .
 Yo a mis alumnos les transmito lo que a mí a su vez me transmitieron, pero el camino del buscador es solitario; en grupo se puede desarrollar el método, el afecto, la pregunta de un y de otro hace que el maestro ponga en cuestión, etc; acá no hay una cuestión de diferentes niveles del saber, mis alumnos siempre saben más que yo;  lo que hago es guiarlos en las lecturas y ayudarlos en lo que ya tienen, que siempre es más luz que yo, lo mío es pequeño; me tocó este rol, Beatriz, mi maestra, lo decidió y yo dije que sí, la palabra dada, para mí, es palabra escrita, y hago este sacrificio, que es viajar, estar, que por otro lado, cada vez que voy y veo a la gente, digo gracias, por ellos yo puedo seguir estudiando.
-Recién hablábamos del origen, ¿cuál es la relación de la Cabalá con los Esenios?
 La estoy estudiando hace muchos años, así como apareció -te hice esa línea casi cronológica de Moisés y esos profetas, patriarcas- aparece en los evangelios un hombre, un momento histórico muy especial, y Jesús de Nazaret es otro maestro –retiremos la cristología, lo digo con mucho respeto, separemos Jesús como El Cristo; yo no dudo de nada, no mezclo la fe ni los dogmas para nada- aparece la escuela de Jesús, él se basó en La Torá, la transmisión de los relatos y les dio como dos vueltas más, y aparece una filosofía hacia el otro muy profunda y un respeto hacia el padre - propio de un judío-,  pero él fue más allá, fue un rabino, un maestro que educaba por fuera de la sinagoga, era itinerante, en la calle, donde más lo necesitaban…
-De hecho no fundó ninguna iglesia
 La iglesia es una idea que surge entre los siglos I y III, en los que se arma una nueva religión, pero la iglesia (ese es un término griego) no tiene nada que ver, inclusive la … que es la Biblia griega es inaccesible sino sabés griego y cultura griega.
 ¿Por qué yo accedí a La Torá sin haber sido judía?. Como dice (Mario) Sabán - mi mentor actual-, en la transmigración de almas - en la cual yo creo-, seguramente en mí está alguien mucho más rico. Pero yo estudié mucho la cultura hebrea, todo lo que no me enseñaron en mi casa y por tradición en mis escuelas, fui yo mi propia escuela y me acerqué a la cultura hebrea desde cero, y desde ese estudio, lo contextual, la historicidad me acerqué mucho más a La Torá, y hoy hay una escuela en Israel que se llama arqueología bíblica que hace ya muchos años que están descubriendo testimonios y hallazgos de todos los hechos que se suceden en la Biblia, para aquellos que necesitan dudar para creer más. Yo empiezo cada día leyendo verdades, no creyéndolas. En frente tuyo tenés a una incrédula, no puede ser esto, no puede ser…. Soy una tremenda inquieta y siempre estoy buscando más…
-Ese es el camino del buscador, el peregrinar….
 Sí, voy para acá, para allá, subo, bajo… es muy dialéctica mi forma de moverme.
 Soy líder interreligiosa, me formé con Bergoglio en el arzobispado en el 2011, antes de que él fuera Papa, formé parte de ese curso, soy líder interconfeccional, así que se tanto de los musulmanes como de otras religiones que admiro y respeto, y me siento bien en los templos. Puedo ir a la iglesia, a la sinagoga y rezar. Siento que Jerusalén es mi punto y que es el punto místico, como también lo es el camino de Santiago, como lo es América, porque últimamente estoy estudiando mucho la Cabalá mexicana, y estudie con Beatriz como mi mentora a los Qom, porque su cosmogonía y su cosmología era muy similar a la judía, y de hecho se acercan mucho al antiguo testamento. Los chamanes, ya leídos en lengua española, leen el antiguo testamento. Siempre me gustaron las lenguas muertas.
-Y por lo que decías, los estudiosos de la Cabalá piensan que Jesús fue un esenio
 Creo que cuando se pierde a los doce años hasta que aparece después trabajando en la carpintería con su padre, ahí supongo que ha estudiado con los esenios, pero algo de ellos no compartió, pero sí, su primo (Juan el bautista, esenio) lo bautizó y lo reconoció.
 Jesús no se quedó ahí.
-Es la etapa de la que menos se sabe de su vida, los años perdidos…         
 Son los años adquiridos, de aprendizaje, que le sirvieron para ser un maestro. Estoy hablando de su historicidad y de su judaísmo, no del Jesús el Cristo. Son los años en los que se formó con "Hillel El Anciano", que tuvo maestros, que quizás estuvo con los esenios…
-Se habla que hasta en Egipto pudo haber estado…
 Era un caminante, él peregrinaba, era un hombre educado, formado, que sabía varias lenguas, el latín, el griego, el arameo, el hebreo; sabía comunicarse con otras culturas.
 Estoy estudiando los Manuscritos de Mar Muerto hasta el día que pueda ir a ver al profesor Roitman (curador de los Rollos del Mar Muerto, argentino) con quien tengo contacto a través de mi mentor Mario Sabán (una luz, otra lámpara de la Cabalá).
 Si no se llega a aplicar una de las sentencias  de Jesús,  como Amar al prójimo  como a vos mismo (uno de los lemas primordiales para el que estudia Cabalá), es muy difícil que se queme el ego; si no se baja el ego, no aprendiste, no se produce el misterio del saber; llega a personas muy humildes de corazón, el que se siente solo estudiante.
-Es el mandamiento más conocido, pero el menos practicado.
 Pero eso es una de las llaves que te abre el misterio. Es una cuestión de portales; uno llega muchas veces hasta las puertas del saber. Hay puertas que se abren y otras que se cierran. Hasta que no se deja el ego, se es una persona sencilla, humilde, que solo puede ver la luz del otro… si vos ves tu luz, no estás viendo nada, eso es una ceguera, uno de los abismos que tiene el ser humano.
-Habíamos nombrado la relación del Tarot con la Cabalá…
 Si  vos hacés (esta es una enseñanza de mi maestra) Temurá con Torá, te va a dar Tarot. O sea que algo hay ahí. Como yo lo hablo desde la investigación científica, no desde una creencia ni un dogma, te puedo decir que estudiando, he observado que hay dinastías, como fue la décima tercer  dinastía en Egipto, la de Akenatón y Nefertitis, que ellos creyeron en un único Dios, un dios Solar, con manitos, que te abraza, amoroso, y por otro lado los respetuosos estudiantes de Cabalá le dicen a Dios "Shem", que es el gran nombre divino, no el nombre de una persona, El Nombre, "Ha Shem", ahí estás nombrando a Dios sin nombrarlo, por respeto. También hay otra palabra hebrea que, cuando vos nombrás al sol, es Shemesh; hay una letra la shin, que es una letra del  fuego, que tiene como tres patitas que se mueven, tres bracitos inquietos con los que se escribe Rosh (cabeza)y Resh (de fuego). Si vos empezás a hacer Cabalá, ves que algo en la antigüedad fue como una herencia, una transmisión. Aparecen las cartas del Tarot, su simbología, y debe haber un porqué. Es interesante porque cada letra, los 22 arcanos tienen las 22 letras del alfabeto griego, o sea que en su misterio y en su mística algo tiene que ver.
-Por lo que dijiste, hay una formula científica de abordar la Cabalá, ¿es una disciplina o puro misticismo? 
¡Es la astrofísica de la antigüedad! Un astrofísico y un cabalísta explican el momento de la creación, el punto de máxima expansión y contracción, en que empezaron a vibrar y provocó el Big Bang, es el "Tsimtsum" de la Cabalá. Estamos hablando con otras lenguas del mismo hecho, y eso es absolutamente ciencia. También hay que saber de matemáticas, porque hay un número de orden, correlativo que para los cabalistas Dios hizo un mundo con cifra, número y libro, o sea letras. Cada letra tiene su complementario geométrico. La sagrada geometría es como el alma de todo esto. Abrahan era astrólogo, leía los cielos. Otras de las máximas de a Cabalá es: lo que es arriba, es abajo, lo pequeño está en lo grande; ¡es ciencia! El astrofísico cree en un sistema de “cuerdas”, en el salto cuántico, que lo vemos en los estudiantes de Cabalá, cuando uno avanza, como se percibe la realidad y las otras dimensiones.
-Todo eso está en la Cabalá…
 Sí, con un lenguaje propio que se llama el lenguaje de las Ramas, con los cuales los cabalistas de todos los tiempos quisieron que por lo menos, un núcleo central de sus saberes sea retransmitido idéntico, sea justo, lo que “la cosa” es, en un lenguaje hermenéutico; hasta que no lo aprendés y lo decodificás, no lo podés manejar. Así es el aprendizaje. Es una ciencia que, como todas, debe ser estudiada.
-Y la ciencia de la mecánica cuántica, se va acercando cada vez más a ese antiguo saber  considerado místico…
 Creo que siempre estuvieron juntos. A partir de la cábala tuve que acercarme a las leyes físicas y saberlas, me acerqué desde otro lado, y  ellos (los físicos) se están acercando desde otro lado.
 No todos los que estudian Cabalá tienen que meterse tan intensa y profusamente a desentrañar ese secreto de la nuez que está guardado; con que hoy la cabalá te sirva para nuestros días, para que te permita un salto cuántico en tu conciencia, que mejore tu personalidad al conocerte mejor vos mismo, vas a sentirte más seguro, tu yo va a relucir más, vas a aprender a dejar lo que son vestimentas y vas a entender que el equilibrio pasa por dos o tres simplezas pero que es necesario buscarlo, que todo lo podés cambiar, modificar en vos; eso es una salto.
- El equilibrio es la clave de todo.
 Sí, y el cabalista también estudia psicología. El poder de la Cabalá está en la palabra dada y escrita, uno analiza, y es un gran sistema de comunicación; el otro te comunica a través de lenguaje corporal o visual, vive interpretando,  tenés una llegada hacia la persona; en dos o tres palabras o en lecturas, también podés sentir por donde pasa su preocupación, y si la persona produce el milagro de la apertura, porque acá no hay una posibilidad de enseñanza si del otro lado no se rompen todas las estructuras.
-La Cabalá rompe esas estructuras.
  ¡Te las destruye!, por eso las personas muchas veces, cuando empieza a  ponerse en duda situaciones de dogmas, se va; ‘esto es herético, con esto me voy a volver loco’… No es así… tomás mucha conciencia de vos, de la creación, de la naturaleza que te rodea, ves el equilibrio en los árboles, en los animales, en las hojas, en la lluvia, todo empieza a sonar como una música…
-Te hace apartar de la locura en la que vivimos…
  ¡Indudablemente!... La Cabalá está escrita solo para aquellos que puedan abrir sus ojos y quedar perplejos ante Dios y la realidad.
-Supongo que cada persona encuentra o lo toma de una forma diferente.
 Todos somos una llamita distinta, un grano de mostaza o un grano de arena, somos nada, y al tener conciencia que somos nada podemos conectarnos con el Uno, que es la nada.
 Es muy difícil para el ser humano no tener conciencia de la materialidad; tenés frio, te dan ganas de buscar un pullover, llueve y buscás un techo, es así y está bien, vivimos en un mundo de dualidad. Nuestra cabeza, donde está la tríada, la tríada del pensamiento según el Zohar; tenemos un lado izquierdo y un lado derecho, uno que responde a  nuestra herencia materna, uno es madre y otro es padre, una es energía positiva y otra negativa, ambas forman una nueva vida, que sería entrar en un estado de la Sephirah que es el DAAT; si yo sé articular el saber y la inteligencia, o sea, la herencia del padre y las grandes ideas, destapo esa Sephirah que es el DAAT, el sagrado conocimiento de mi mismo, de las cosas, despertás a un estado superior de conciencia.


El Árbol de la Vida

-La cabalá, entonces forma parte del esoterismo.
 El esoterismo de la mística judía. Hay una parte interna que tiene que ver con los mundos más sutiles, con el misterio, con los secretos, con develar velos y saber que somos una piel transparente, como una radiografía, somos luz, y aunque seamos muy malos en este mundo, terminaremos siendo una estrella. Pasamos, pero lo importante es atravesar  los mundos, el recorrido del alma, su evolución. Una persona que tuvo grandes equivocaciones y no las corrigió -porque acá, en este mundo se tiene la oportunidad siempre de hacerlo-, tendrá que hacerlo “arriba”, con lo cual la evolución del alma va a ser más lenta y quizás quede trabada en algunos lugares un tiempo.
 El infierno para los cabalistas está acá, el infierno de las equivocaciones, de lo que vivimos acá.
 Cuando dejamos nuestra materialidad y de dos volvemos  ser uno, retornamos y nos convertimos en tierra celestial, unos brillitos, polvo del cual venimos, y la Cabalá te hace articular tu cosmogonía y tu cosmología, cuál es mi postura aquí como ser humano, cuál es mi relación con lo manifestado en la eternidad… sin dogmas. Y es importante que sepamos que es una gran actitud de amor del pueblo de Israel, porque es su mística. Ellos consideran a todo aquel que cruza del otro lado y se convierte en un hombre que entiende que hay un solo Dios. Es una conversión que tiene que ver con lo místico, no con lo religioso, pero no debemos de perder nunca de vista el eje,  de que es la mística del pueblo de Israel, y que ellos tuvieron y tienen,  la actitud de difundirla al mundo para que tenga esta herramienta de vida ya. Es una gran acción, por eso yo enseño a todos, y puedo aceptar a alguien que me diga que duda de Dios, pero a un antisemita, lo hecho.
 Y el que duda de Dios, escucha a un maestro de Cabalá dos o tres horas y se queda, es porque está resolviendo esa “cosa” que está adentro.

-Para finalizar: ¿cómo está la Cabalá hoy en día en Argentina?
 ¡Un despertar impresionante!


Wanda (centro) y sus alumnas

Blog en Internet del Grupo de estudio de Kabbaláh en Buenos Aires: http://sod22buenosaires.blogspot.com.ar/

Mario Saban (wikipedia): https://es.wikipedia.org/wiki/Mario_Sab%C3%A1n

El extraordinario escritor Jorge Luis Borges, compuso -en su fascinación por la mística judía- El Golem (según el mismo autor, su mejor poema).
 La estructura métrica del poema -explicó alguna vez Marcos Ricardo Barnatán (amigo personal del escritor) remite a dos cifras, el 27 y el 18, en ambos casos un número más respecto a dos cifras importantes de la Cabala, el 26 y el 17.
  Una imperfección calculada y llena de significado, pues remite a la idea que tenía el escritor porteño sobre "el implícito fracaso de toda creación artística", de acuerdo con Barnatán, autor de Borges, biografía total (1995).



Si (como afirma el griego en el Cratilo)

el nombre es arquetipo de la cosa

en las letras de 'rosa' está la rosa

y todo el Nilo en la palabra 'Nilo'.



Y, hecho de consonantes y vocales,

habrá un terrible Nombre, que la esencia

cifre de Dios y que la Omnipotencia

guarde en letras y sílabas cabales.


Adán y las estrellas lo supieron

en el Jardín. La herrumbre del pecado

(dicen los cabalistas) lo ha borrado

y las generaciones lo perdieron.


Los artificios y el candor del hombre

no tienen fin. Sabemos que hubo un día

en que el pueblo de Dios buscaba el Nombre

en las vigilias de la judería.


No a la manera de otras que una vaga

sombra insinúan en la vaga historia,

aún está verde y viva la memoria

de Judá León, que era rabino en Praga.


Sediento de saber lo que Dios sabe,

Judá León se dio a permutaciones

de letras y a complejas variaciones

y al fin pronunció el Nombre que es la Clave,


la Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,

sobre un muñeco que con torpes manos

labró, para enseñarle los arcanos

de las Letras, del Tiempo y del Espacio.


El simulacro alzó los soñolientos

párpados y vio formas y colores

que no entendió, perdidos en rumores

y ensayó temerosos movimientos.


Gradualmente se vio (como nosotros)

aprisionado en esta red sonora

de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,

Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.


(El cabalista que ofició de numen

a la vasta criatura apodó Golem;

estas verdades las refiere Scholem

en un docto lugar de su volumen.)


El rabí le explicaba el universo

"esto es mi pie; esto el tuyo, esto la soga."

y logró, al cabo de años, que el perverso

barriera bien o mal la sinagoga.


Tal vez hubo un error en la grafía

o en la articulación del Sacro Nombre;

a pesar de tan alta hechicería,

no aprendió a hablar el aprendiz de hombre.


Sus ojos, menos de hombre que de perro

y harto menos de perro que de cosa,

seguían al rabí por la dudosa

penumbra de las piezas del encierro.


Algo anormal y tosco hubo en el Golem,

ya que a su paso el gato del rabino

se escondía. (Ese gato no está en Scholem

pero, a través del tiempo, lo adivino.)


Elevando a su Dios manos filiales,

las devociones de su Dios copiaba

o, estúpido y sonriente, se ahuecaba

en cóncavas zalemas orientales.


El rabí lo miraba con ternura

y con algún horror. '¿Cómo' (se dijo)

'pude engendrar este penoso hijo

y la inacción dejé, que es la cordura?'


'¿Por qué di en agregar a la infinita

serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana

madeja que en lo eterno se devana,

di otra causa, otro efecto y otra cuita?'


En la hora de angustia y de luz vaga,

en su Golem los ojos detenía.

¿Quién nos dirá las cosas que sentía

Dios, al mirar a su rabino en Praga?

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