martes, 27 de abril de 2021

EL RAYO PARALIZADOR por JOHN KEEL

 Continuando con nuestra intensión de recuperar material de archivo, compartimos un artículo de uno de nuestros investigadores favoritos: John Keel.


Un informe que procede de Londres afirma que un oficial del Ejército norteamericano destacado en Fort Omaha ha elaborado un dispositivo eléctrico que podría detener cualquier motor aéreo y traer el avión a tierra. 
 El informe afirma que el motor, cuyos detalles están cuidadosamente conservados, proyectará al aire una columna de energía eléctrica de casi cualquier resistencia que se desee, sobre cualquier objeto dado, durante una distancia de muchos cientos de yardas, el choque del cual incapacitaría a algunas personas asignadas en la fuerza aérea y hasta detendría sus motores.
 La evidencia documental mencionada implica que los Estados Unidos han desarrollado un rayo (electromagnético) EM capaz de obstaculizar los motores a la manera que lo hacen los platos voladores. Hay sólo un pequeño defecto en este asombroso informe: fue publicado en Mecánica Popular (Popular Mechanics), en setiembre de 1909. 
 Evidentemente, el informe de Londres fue meramente un disparatado rumor puesto que no tenemos conocimiento de aquel "oficial" o de su invención. Las invenciones fantasmagóricas son una de las canciones de Forteana más antiguas y familiares.
  En su último libro Talentos Salvajes (Wild Talents) publicado en 1932, CHARLES FORT ofreció este detalle atormentador: 
 "The New York Times, octubre 25 de 1930: Aproximadamente 40 automóviles fueron obstaculizados durante una hora en el camino, en Sajonia, entre Risa y Wurzen". 
 Aproximadamente 40 choferes quedaron probablemente sin voz en esta eventualidad, y de ser que el gobierno alemán hubiera estado experimentando "rayos secretos", eso sin duda sería un  secreto ajeno al público. 
En el "Times" del 27 de octubre se citaba al matemático y ex premier de Francia, PAUL PAINLEVE: "Ningún experimento hasta ahora efectuado nos permitiría dar crédito a tal informe, ni nos da ninguna posibilidad de verlo efectuado en un futuro cercano".
 HITLER no llegó al poder hasta 1933 y es muy improbable que ninguno de estos experimentos se estaban produciendo en 1930. Alemania estaba en ruina política y económicamente en esa época, y no se llevó a cabo ningún tipo de experiencia de ninguna clase.
 Sin embargo, en la primavera de 1936 hubo una ola de automóviles misteriosamente atascados en los caminos en los alrededores de Ostia, Italia. Los hechos recibieron en su momento una extensa atención en todos los periódicos. 
 RACHEL MUSSOLINI, esposa del dictador italiano, era precisamente uno de los pasajeros en uno de los tantos coches detenidos. Los campesinos de la zona se quejaron a las autoridades de que sus ovejas se morían en grandes cantidades en sus campos al mismo tiempo. 
Después de la Segunda Guerra Mundial se reveló que MARCONI, la gran empresa italiana, había estado experimentando en Ostia en 1936 y había sido la responsable de estos curiosos efectos (Véase El Arma de la Era Espacial de la Marconi), UFO REPORT, setiembre de 1977). El murió en 1937, e indudablemente ni los italianos ni los alemanes pudieron jamás utilizar su descubrimiento. 
 Sin embago, existían rumores universales sobre misteriosos desperfectos automovilísticos durante todo el año de 1930, particularmente en Alemania, pero también en Gran Bretaña.
 Nuestra fuente para esta información no es otra que el ex Director de Inteligencia del Comando del Aire de la Real Fuerza Aérea, R. V. Jones. En una conferencia ante la Sociedad Astronómica de Newcastle en 1968, afirmaba:
 "Los años anteriores a 1939 estaban llenos de relatos sobre un rayo que detenía los motores. Tal como escuché el relato en 1937 o 1938, fue que una familia inglesa que viajaba de vacaciones por Alemania en auto, cuando de repente se detuvo el motor de su coche, en un camino del campo y por lo general era invariablemente en el camino y al borde del bosque. 
 "Un centinela alemán saldría de los árboles y les diría que se estaban realizando pruebas especiales y que no podrían continuar. Algún tiempo después regresaría y les diría que todo estaba bien para ellos, y que pusieran en marcha el motor nuevamente, de donde fácilmente volvieron a poner en marcha el auto y partieron".
  Rumores similares surgieron en Inglaterra. "Uno de los casos, se dice que ocurrió en la llanura de Salisbury", continuó Jones, "no era una familia corriente a la que, se le había detenido su coche, sino a una familia de Cuáqueros, y los Cuáqueros, agregó, eran muy conocidos por decir la verdad". 
 Su conclusión fue que los rumores surgían del ensayo inofensivo de una estación de televisión en Frankfuhrt, Alemania, a muchos cientos de kilómetros de Wurzen y Risa; una explicación muy dudosa. 
 Había muchos efectos fantásticos electromagnéticos en la llanura de Salisbury en la era después de 1947. Expertos en Inteligencia, como científicos abominan lo desconocido y lo inexplicable, y puesto que los alemanes indudablemente no poseían un dispositivo que descompusiera los encendidos de los autos, todas estas historias tenían que ser pura ficción. 
 Los misteriosos desperfectos eléctricos tomaron un nuevo rumbo en 1944 cuando se convirtieron en una treta corriente en la pasta de la ciencia ficción.
  Una revista llamada Amazing Stories comenzó a hacer correr fabulosos relatos espaciales, que incluían casi todas las características de informes de los modernos OVNIs, incluyendo raptos, amnesia, extraterrestres que descendían a la Tierra para investigar nuestras repentinas explosiones nucleares, y los misteriosos rayos que podían detener a los autos y obstaculizar los teléfonos. 
 Los lectores fluyeron a las oficinas de la revista con cartas reclamando la veracidad de los relatos y si ellos habían tenido experiencias personales con tales rayos. 
 El editor RAYMOND A. PALMER inició un serio estudio de estas cuestiones y llenó sus revistas de cartas y artículos incluso sin ningún tipo de ficción. 
 En setiembre de 1946, un ingeniero de nombre W. C. HEFFERLIN publicó un artículo en Amazing Stories afirmando que un "avión alado de forma circular" había sido ensayado exitosamente en San Francisco en 1927. 
 En junio de 1946, un ex piloto del Ejército describió su extraña experiencia en una caverna en la India cuando su compañero sufrió "un orificio del tamaño de una moneda de diez centavos en su bíceps derecho... se había secado del lado de adentro". (¿Un rayo láser?). Firmaba la carta A. C., pero un año después sería mejor conocido como FRED LEE CRISMAN. 
 RICHARD SHAVER era la figura principal del Amazing Stories en aquellos días, con sus relatos del DERO que vivía en la profundidad de las cavernas y controlaba el mundo con sus rayos. Un detalle del Misterio de SHAVER en el número de junio de 1946, contenía esta pizca de inteligencia: "El Sr. SHAVER escribió que una mujer de la caverna le había contado que se había celebrado una reunión DERO debajo de Londres y Berlín para determinar qué hacer con nosotros".
 "Nuestro editor (RAY PALMER) tenía que ser investigado. Un resultado de esta reunión fue un complot para raptar a nuestro editor y al señor SHAVER, junto con todas nuestras familias; y para ocultar el rapto, tendrían que sustituirnos a todos nosotros, dobles entrenados, y el mundo jamás sabría que nosotros habíamos sido raptados y sustituidos los DEROS en nuestro lugar".
 Esta fue la primera referencia moderna al "convulsivo" rumor, un rumor que todavía está circulando y despertando un nuevo revivamiento en 1981.
  Al comienzo de 1947, Amazing Stories adoptó un atrevido subtítulo, "Hoy Ficción Extravagante -Mañana Hecho Frío". Sin darse cuenta, RAY PALMER estaba convirtiéndose rápidamente en una de las más grandes autoridades del mundo en objetos voladores no identificados. 
 De las miles de cartas que recibía se estaba enterando de las inexplicables deficiencias de energía, extraños casos de lavado de cerebro y amnesia, de misteriosos objetos observados en el cielo y el mar (un lector, buceador, afirmaba que en 1935 había recuperado un extraño cilindro del Océano Pacífico que contenía una ventana y extraños instrumentos... expertos en metales no pudieron perforarlo con mechas, ácido o dinamita). 
 PALMER se había sumergido en estos fascinantes fenómenos durante tres años antes de que los OVNIs irrumpieran en los titulares en junio de 1947 y KENNETH ARNOLD acuñara la frase "plato volador". Usted puede Imaginarse la alegría de PALMER cuando los primeros informes sobre los OVNIs comenzaron a aparecer en la prensa nacional. 
 Para él, y para sus lectores, esto era prueba de que todas las extrañas cosas que él había estado publicando eran ciertas. El y sus autores fueron exonerados por los actuales acontecimientos. 
 También fueron justificados los innumerables informes anteriores a 1947 de extraños objetos observados en los cielos, y misteriosas manifestaciones en el terreno. Los desperfectos de los autos en los bosques de Alemania pueden haber sido un síntoma de algo mucho menos común que el ensayo electrónico. 
 Sabemos ahora, gracias al trabajo de investigadores como LUCIUS FARISH, que misteriosos objetos aéreos han estado atravesando el cielo durante cientos de años. En ese naufragio de uno de los "cohetes fantasmas" que explotaron sobre Suecia en 1946, los científicos encontraron un pequeño tubo peculiar que contenía un "tablero de control en miniatura" 
 Hoy podríamos reconocerlo como una "ficha", circuito miniaturizado semejante a lo que actualmente usamos en las computadoras y dispositivos electrónicos. 
 Pero las fichas y transistores no se conocían en 1946. Al comienzo de 1900, los dirigibles y los aviones sólo se veían apenas frente a nuestros diseños por todo el mundo desde Suecia a Nueva Zelandia. En 1940, estábamos a lo menos pensando en construir aviones circulares (pero el "panqueque volador" de la Marina y el disco volador Avroe resultaron ser tristes fracasos). 
Gentileza Ufo/Report (USA) 

Este artículo fue publicado en la revista Cuarta Dimensión (número extra, Mayo de 1982)


John Keel

miércoles, 7 de abril de 2021

CUEVA MENDOCINA CONECTARÍA CON MUNDO INTRATERRESTRE Por SEBASTIAN ARANGUREN

Un ufólógo argentino que durante décadas profundizó en estudios sobre la posibilidad de mundos subterráneos que cobijarían bajo la faz de la tierra a civilizaciones desconocidas, aseguró que esa tematica abordada por investigaciones que combinaron tanto aspectos reales como legendarios, tiene en una cueva situada en Malargüe, al sur de la provincia de Mendoza, una de las tantas puertas que permitiría develar los misterios residentes en las entrañas del planeta.

  El investigador Javier Stagnaro ha dedicado más de 30 años de su vida a estudiar la realidad de los mundos que habitan en las cavidades de la tierra y que podrían explicar fenómenos y situaciones que hoy carecen de una respuesta definida, a partir que quienes habitarían esas profundidades podrían ser civilizaciones con mas de 250 mil anos de antigüedad. 

 Estos aportes forman parte de un libro próximo a editar por Stagnaro, en el cual vuelca sus conocimientos sobre el tema y ahonda en aspectos de una investigación que llevó a cabo junto con un grupo de estudiosos encaminados a comprobar si la Cueva de las Brujas, situada a unos 70 kilómetros de la ciudad mendocina de Malargue, foma parte de un cavernamiento mayor relacionado con otras galerías subterráneas en las cuales se asentarían otras civilizaciones.

 Stagnaro, cuyo libro llevará por título Austerria: los túneles de Agharta en América*, señaló a EXPEDIENTES SECRETOS que compilar su obra le llevó 36 años de estudios y otros 10 para volcar esa investigación por escrito, en la cual plantea lo que a su modo de ver son los testimonios directos que hacen referencia a los mundos subterráneos. 

 El trabajo de este investigador también especializado en el vinculo establecido entre armas ultrasecretas y los OVNIS, incorpora aportes de su búsqueda personal sobre las evidencias del mundo subterráneo, a lo que le añade elementos de la literatura universal, la mitologia, las leyendas y el folklore. 

 Uno de los puntos que Stagnaro no desdeña es, como manifestó, "los relatos de viajeros del siglo pasado y de exploradores y espeleólogos contemporáneos que aportaron información sobre el tema" en cuanto a búsqueda de aspectos concretos. 

Algo de historia 

"El Mundo Subterráneo en su calidad de continente habitado bajo nuestros suelos se encuentra arraigado en los mitos y leyendas de todos los pueblos, países o naciones a lo largo de toda la historia de la Humanidad", puntualizó Stagnaro. 
 El especialista manifestó que la relación con aspectos concretos de la realidad espacio temporal que nos toca vivir, difiere de la perspectiva de sus exploradores. Así -aseveró- mientras que para algunos todas las cavidades de la tierra que estudia la espeleología son formaciones naturales, otros sostienen -remarcó- que algunas de ellas son obra de civilizaciones desconocidas".
 La segunda de las teorías es la que, como apunta Stagnaro, es con la que comulgan exploradores y espeleólogos corno Juan Moricz o Julio Goyén Aguado, para quienes algunos de esos cavernamientos como los existentes en la región de Morona-Santiago, en la Cordillera Oriental del Cóndor, en Ecuador. "han sido trabajadas por una civilización desconocida con una antiguedad de 250 mil años".
 Para Stagnaro, "la relación inmediata de estas aseveraciones la vamos a encontrar en la mitología sumeria, cuyos dioses que se remontan a 450 mil años, se contactaron con Moricz contándole sus mitos y cosmogonias y como vinieron a la Tierra y se instalaron en el mundo subterráneo donde construyeron sus refugios, más precisamente en la llamada Cueva de los Tayos, allí en Ecuador"

Ramal Malargüe 

 La especulación de Moricz y Goyén Aguado se centró así a que como ocurría en ese punto del continente, una red profunda de galerías se entrelaza por debajo de la Cordillera do los Andes, extendiendo por todo Sudamérica la posibilidad de un hábitat para civilizaciones que no tuvieran necesariamente que ver con la humana.
  En 1987, luego de haber ingresado al Centro Argentino de Espeleología (CAE), del que era presidente precisamente Goyén Aguado, Stagnaro participó de una expedición a la Cueva de las Brujas, en Bardas Blancas, Malargüe, donde realizaron un amplio relevamiento de la zona. 
 "De esa expedición participamos junio a Goyén Aguado unas treinta personas y estuvirnos diez días investigando las cuevas de la zona. En aquel entonces -rememoró-la Cueva de las Brujas sólo había sido topografiada por el CAE en un tramo de un kilómetro y medio y se pensaba que podía tener algo así corno diez kilómetros de extensión.
 En su interpretación, la Cueva de las Brujas es hasta el momento "el cavernamiento más importante del país" y del cual, especificó, "no se puede decir con certeza si está o no conectada con la red de galerías subterráneas señaladas por Moricz y que existirían bajo la Cordillera de los Andes".
  "Es cierto que no se ha podido tener mayores precisiones en torno a las conexiones posibles o no de la Cueva de las Brujas con ese encadenamiento referido por Moricz -subrayó Stagnaro- pero si bien las investigaciones del CAE no lograron desentrañar la cuestión, Goyén Aguado creía firmemente en esa posibilidad". La de una entrada al mundo subterráneo por Malargue.

 REYES Y TALLERES DE OVNIS EN LAS PROFUNDIDADES DELA TIERRA

"Las creencias religiosas en torno a un mundo subterráneo en la India, Tíbet, Nepal, China y Afganistán son tan reales como las de los occidentales sobre la existencia de Jesucristo. O sea indiscutible". Así lo detalló Javier Stagnaro a EXPEDIENTES SECRETOS y recordó que en el país quienes oportunamente abordaron esas teorías fueron Fabio Zerpa y Héctor Antonio Picco.
  Stagnaro también subrayó que para Juan Moricz la civilización subterránea que había descubierto contaba "con talleres en donde se construían naves o vehículos que corresponderían con lo que llamamos comúnmente OVNIS y que tal vez seria más apropiado designar como platos voladores". 
 En ese sentido, apuntó que una de las obras que dio a conocer la relación del mundo subterráneo con los Ovnis fue "La Tierra Hueca", de Raymond Bernard, y puntualizó: en "Bestias, hombres y dioses", Ferdinand Ossendowski hizo mención en 1924 al reino subterráneo de Agarthi, donde según ese habita el rey del Mundo. 

Un Indiana Jones detrás de misteriosa civilización

Sin duda, la historia del húngaro nacionalizado argentino Juan Moricz, amerite un abordaje particular si de la investigación de los mundos subterráneos se trata. De hecho y como lo reconoce el propio Javier Slagnaro, en el investigador de origen europeo residen aspectos que permiten asociarlo con Indiana Jones, el personaje cinematográfico creado por el director de cine estadounidense George Lucas. 
 Muy lejos de Hollywood, Moricz defendía la teoría que bajo la tierra existía una humanidad más evolucionada de la que habita en la superficie, sobre lodo en lo tecnológico, a la cual había tenido la posibilidad de contactar en las profundidades do la Arnazonia ecuatoriana, donde según sus testimonios, dio con una extraordinaria biblioteca capaz de revelar los secretos intraterrestres.
  Las investigaciones de Moricz lo habían  Ilevado a la selva ecuatoriana, más precisamente al nudo georgiano de toda esta cuestión: una entrada al mundo subterráneo que existiría en la llamada Cueva de los Tayos, caverna a la que visitó en más de una oportunidad en la segunda parte de la década del sesenta, en algunas de ellas acompañado por Goyén Aguado. 
 El supuesto hallazgo que había conmocionado a Moricz era, como quedó dicho, el de una biblioteca que atesoraba placas metálicas escritas con caracteres ideográficos, que daban una versión distinta de acontecimientos ocurridos en la humanidad según la interpretación y el relato procedente de esa civilización hoy por hoy desconocida. 

 Humanoides intraterrestres

  De acuerdo a lo que habla recabado, las redes que enlazan todo el mundo subterráneo que se expande bajo Sudamérica, eran parte de la obra de esos seres superiores dispuestos a prestar ayuda a la humanidad terrestre.
  El investigador consideraba que la Cueva de los Tayos era una de las entradas a ese mundo Intraterrestre en el que habitaban humanoides que habían llegado hacía milenios y que encanaban una especie del tipo humano, pero superior.
  Sin embargo, Moricz no fue parte de la mayor expedición realizada en 1976 a la Cueva de los Tayos -nombre que recibe de unos extraños pájaros que moran en su interior considerados como auténticos fósiles vivientes- aunque si Goyén Aguado, quien ofició como guía del investigador a cargo, el escocés Stanley Hall. 
 La expedición tuvo unos setenta integrantes, 30 de ellos militares británicos, otros 20 soldados ecuatorianos y decenas de biólogos, médicos y arqueólogos en los que sobresalía un integrante singular: el astronauta Neil Armstrong, quien ocho años antes había sido el primer hombre en pisar la Luna.   Quizás por respetar la ausencia Moricz que no se puso de acuerdo con Hall en torno al espíritu y liderazgo de la misión, Goyén Aguado no llevó a los expedicionarios hasta la biblioteca intraterrestre. No obstante, la búsqueda de los expedicionarios les permitió hallar en las profundidades un gran lago habitado por peces ciegos y arañas gigantes entre miles de serpientes, hubieran erizado la piel del propio Indiana Jones. 

*El libro se puede adquirir solicitándolo en el blog o Facebook de Pablo Basterrechea

Este artículo fue publicado en Diario Popular de Buenos Aires, el Domingo 27 de Febrero de 2011

Julio Goyén Aguado en la Caverna de Las Brujas (foto Gustavo Cavallo)






Julio Goyén Aguado junto a Javier Stagnaro (expedición al volcán LLullaillaco)


Javier Stagnaro explorando una cueva del sur argentino


Juan Moricz y Julio Goyén Aguado en la Amazonia ecuatoriana