¿CONTACTOS CON SERES INTELIGENTES EN EL PASADO?
LOS EXTRATERRESTRES NO SON DE AHORA, NOS VISITAN HACE MILES DE AÑOS
Nombre: Andrew Tomas
Ocupación: Investigador de las antiguas civilizaciones humanas
Su búsqueda: demostrar que las culturas milenarias tuvieron un origen extraterrestre
En esta entrevista, el investigador habla de los grandes secretos que encierran civilizaciones como la egipcia, la maya y la griega.
Andrew Tomas |
Motivados por la misma búsqueda de respuestas a todas nuestros interrogantes, en un país mágico como es Brasil, y en una conferencia insólita como lo fue la de Ancient Astronaut Society, el sr. Tomas fue interrogado:
Pregunta: ¿Qué piensa Andrew Tomas de la ciencia en la antigüedad?
Respuesta: Creo que hace poco hemos empezado a comprobar lo avanzada que era la ciencia miles de años atrás. Los antiguos no tenían instrumentos de precisión, ni cronómetros, sin embargo, de alguna manera sabían de la órbita elipsoide de la Tierra alrededor del Sol; estaban también informados sobre el movimiento aparente de los cuerpos astronómicos, que iba en contra de las teorías de las estrellas fijas. El sistema calendárico de los mayas era sorprendentemente preciso comparado con el calendario actual. Los sacerdotes de las civilizaciones primitivas y los filósofos griegos tuvieron una visión científica acertada sobre la infinitud del espacio y sobre la multiplicidad de mundos. En comparación con ellos, los europeos del Medioevo eran bárbaros. Desde el primero hasta el catorceavo siglo de la era cristiana, no se hizo ni una sola contribución a la astronomía.
P: ¿Por qué las culturas primitivas tuvieron una ciencia avanzada? ¿Dónde y cómo recibieron estos conocimientos?
R: Quizá la respuesta la podamos encontrar en las leyendas de la antigüedad, en donde se afirma que todas las grandes civilizaciones de épocas pasadas fueron fundadas por seres divinos llegados del espacio, que alimentaron el fruto de la sabiduría y la experiencia en las mentes primitivas.
P: ¿Podrían ser interpretadas estas leyendas como los actuales aterrizajes terrestres?
R: Esa suposición es loable con todo y los estridentismos de la ciencia, ya que nuestros propios astronautas podrían verse comprometidos en misiones especiales de este tipo, o sea, civilizadores del espacio, en algunos cientos de años, teniendo como garantía, por supuesto, que mientras tanto no vamos a destruir la Tierra. Analizando estos mitos de las culturas celestiales, hemos llegado a encontrar en el mundo revelaciones de interesantes coincidencias: estos benevolentes seres cósmicos se dice que llegaron en extrañas naves espaciales, descritas como dragones, como serpientes emplumadas, o simplemente como seres alados. Con frecuencia aterrizaron en altas montañas y tiempo después se convirtieron en montañas sagradas. También sabemos que usaban máscaras peculiares y a veces cascos como es el caso de Quetzalcóatl, o bien tenían cuellos extralargos como el del Dios Shiva, sugiriendo con esto tal vez atuendos que les sirvieron para adaptarse a la nueva atmósfera sobre la Tierra.
Para el profesor Tomas los Mayas manejaron una información muy avanzada; aquí vemos una estela donde aparece la imagen de un cohete espacial |
P: ¿Cuál es la cultura que más le ha impresionado?
R: La egipcia es muy interesante. Los antiguos sacerdotes egipcios sabían de la precesión de los equinoccios en un período de 26 mil años (Astronomía: precesión de los equinoccios, movimiento retrógrado de los puntos equinocciales). También podían producir flashes de los ojos de isis, lo que sugiere un claro dominio de la electricidad. La medicina de Egipto también era de grandes alcances: los sacerdotes practicaban la trepanación y empleaban una forma de penicilina para las infecciones y las heridas. Peregrinos de todo el Mediterráneo llegaban al templo de lmhotep en busca de ayuda médica y psiquiátrica que sobrepasaba a la medicina europea por más de 200 años. Y a juzgar por las tablas esmeraldas de Hermes o de Thot, los sacerdotes de la tierra del Nilo tenían una visión correcta sobre la física e incluso sobre teorías atómicas. Estaban al tanto de las grandes distancias que separan a la Tierra del Sol y de los planetas. También parecían saber que los asteroides, sólo visibles con la ayuda del telescopio, navegaban en el espacio y ocasionalmente alcanzaban a nuestro planeta. Hasta el principio del siglo diecinueve los astrónomos de Occidente no creían en las rocas procedentes del espacio. Los egipcios hablaron de barcas celestiales en sus libros sagrados. Sabían que el cielo era negro y sin aire más allá de nuestra atmósfera. Esto es lo que afirma el Libro Egipcio de los Muertos. ¿Quién si no un astronauta pudo haber obtenido este tipo de conocimientos?
P: Señor Tomas, ¿qué sabe usted de la tribu de los dogon?
R: Los dogon son una tribu que habita en el sur-oeste del desierto del Sahara, donde están las pinturas rupestres de los hombres con sus trajes espaciales en el Tassili. Sus sacerdotes construyen pirámides de estrechos escalones esperando la llegada de los seres celestes; al igual que los egipcios conocen perfectamente la órbita de Sirio. El héroe de la cultura de los dogon era Nommo, que se cree vino desde Sirio; fue este último quien los instruyó en agricultura, arte y religión. Los dogon no tienen libros de ninguna especie pero la antigua tradición se ha perpetuado de modo verbal y a través de una compleja colección de diagramas. Dicen que Nommo llegó entre flamas en un torbellino que arrasó la Tierra. Esto parece como el relato de un aterrizaje de una nave espacial. Esta conjetura se confirma por una máscara ritual cuyo diseño claramente se parece a un cohete espacial. Es más, los iniciados de dogon están seguros de que Nommo vino desde el sistema Sirio. Por miles de años los sacerdotes dogon han sabido acerca del compañero de Sirio, o Sirio "B", el cual es totalmente invisible al ojo desnudo y fue descubierto por primera vez por los astrónomos, en el año 1862. Hay otro punto que es apasionante: en la doctrina de los dogon se afirma que Sirio "B" es una estrena metálica muy pesada; un solo grano podría pesar, según ellos, el equivalente a cuatrocientos ochenta burros. De acuerdo a los datos astronómicos, la densidad y la gravedad de Sirio son tales que una caja de cerillas ahí pesaría una tonelada. Los sacerdotes de la tribu tienen planos de trayectoria de Sirio "B" en relación con Sirio "A", y de su período orbital de 50 años. ¡Ambas creencias son ahora hechos científicos! ¿Cómo descubrieron ésto los dogon hace dos mil años? El culto de los dogon asegura que Nommo llegó desde Sirio y les dio todas estas revelaciones. La tribu asegura que muchos otros dioses visitaron la Tierra durante un período de formación y después regresaron a las estrellas.
P: La pregunta queda todavía sin contestar: ¿cómo es posible que una simple tribu de negros del África Central haya sabido acerca de la rotación de la Tierra, de su órbita alrededor del Sol, de la existencia del compañero invisible de Sirio y de su período orbital?
R: Tal vez la única explicación es tomar la alternativa que nos ofrecen los dogon mismos. "Nommo nos lo dijo".
P: ¿En qué otras civilizaciones se presentan visitantes cósmicos?
R: Se supone que la civilización de los sumerios y babilonios fue establecida por un visitante cósmico de nombre Oannes. Fue descrito como un dios-pescado; con una cabeza humana pero con boca de pescado. Su aparición tuvo lugar en el Golfo Pérsico. Oannes enseñó las artes y las ciencias a los habitantes de la joven mesopotamia y de salvajes los transformó en hombres civilizados. Sin duda, Oannes fue un antiguo astronauta dentro de un traje espacial que amerizó en el océano. Los resultados de la misión de este civilizador espacial fueron espectaculares: pueden verse los enormes ziggurats y ciudades que fueron construidas, el desarrollo del comercio, las matemáticas y la astronomía... Hay que suponer que diversos conocimientos secretos les fueron impartidos a la casta sacerdotal..
P: Disculpe, señor Tomas, ¿en qué se basa para afirmar esto último?
R: Bueno, en el Museo Británico se pueden estudiar las tablas que desglosan el conocimiento de los antiguos babilonios, acerca de los cuatro satélites principales de Júpiter, sobre las siete lunas de Saturno y sobre las fases de Venus. Todo esto es invisible sin telescopio, entonces, ¿cómo obtuvieron los antiguos este conocimiento? Y aún hay más.. La historia épica de Gilgamesh, que tiene 4700 años, contiene una descripción de la Tierra vista desde el espacio. El tono cósmico de la religión babilónica, devoto del culto del Sol, de la Luna y de los planetas, insinúa una cultura de otro planeta que probablemente Oannes trajo a la Tierra.
P: Tal vez hubo muchos "Oannes" en las antiguas civilizaciones; un buen ejemplo podría ser el Hermes o Mercurio de los griegos. ¿Qué conclusiones ha sacado usted de la cultura griega?
R: Mercurio fue un gran personaje, representado con alas en los pies y en el sombrero; llegó a Grecia para iluminar a su gente en una era pasada. La mitología griega tiene una jerarquía de dioses planetarios que alguna vez vivieron entre los hombres enseñándoles el arte y la civilización. Es importante anotar que mientras completaban su misión, Hermes regresó a los cielos. Los dividendos de su misión fueron extremadamente altos; actualmente los seguimos cosechando en pleno siglo veinte. Los griegos de la antigüedad fueron los primeros en razonar y especular, mientras los otros pueblos prefirieron tener creencias ciegas, y dedicarse a la adoración. La herencia científica de los antiguos griegos fue impresionantemente moderna. Acuérdese de lo que dijo Demócrito hace 2.500 años: "No hay nada más que átomos y espacio". En el mismo período Anaximandro estaba seguro de que la forma de la Tierra era redonda y de que éste se movía alrededor del Sol. Aristarco, que vivió en el siglo iv antes de Cristo, declaró que las distancias que nos separan de las estrellas son inmensurables. Anaxágoras, Metrodoto y Epicúreo, hablaban de mundos inhabitados en el espacio. Por alguna razón inexplicada Demócrito creía en la existencia de cuerpos astronómicos invisibles que no podían ser observados debido a las grandes distancias. Como todos sabemos 2500 años más tarde esos planetas fueron descubiertos.
Hermes, o Mercurio entre los griegos, fue un gran personaje. Llegó a Grecia para iluminar a su gente en una era pasada |
P: He leído en alguno de sus libros historias sobre hombres y dioses que vivían juntos; creo que sería interesante para nuestros lectores que nos contara algo sobre ese tema.
R: Hay algo interesante que decir sobre la India. Justamente, en la India todavía se cree en una edad de oro en la que los dioses y los hombres vivieron juntos. Los libros hindúes hablan sobre el monte Kailas, Kanchenjunga, Nanda-Devi y otros picos del Himalaya donde los dioses descendieron, cuando llegaron del cielo estelar Tenían posibilidad de volar en los aires sobre pájaros y serpientes, lo que bien pudo haber sido una alegoría sobre naves espaciales. Estos dioses eran amables, sabios e instruyeron a los jóvenes habitantes de la India en agricultura, industria, ciencias y artes. El éxito de estas misiones galácticas en la India fue flagrante. La antigua India desarrolló una perspectiva científica, que se acerca mucho a la nuestra. Estimaron el espacio-tiempo de los sistemas solares de las galaxias de millones de años. Los eruditos calcularon que no solamente las distancias y las dimensiones de los cuerpos astronómicos, sino incluso el tamaño del átomo invisible. Los estudiosos hindúes estuvieron también familiarizados con baterías eléctricas. Varias guerras nucleares, biológicas y químicas son mencionadas en textos sánscritos. Los antiguos libros incluyen pasajes que se refieren a naves celestes y vida en otros mundos. Es difícil imaginar cómo una simple sociedad agrícola pudo haber desarrollado tan altos y avanzados conceptos científicos sin la ayuda y la inspiración de "algo" de afuera. De hecho, los hindúes creen que toda esta gran sabiduría les fue transmitida a los hombres a través de los dioses.
P: Señor Tomas, usted se ha dado a conocer por los innumerables estudios que ha llevado a cabo sobre todo en las culturas orientales; me mencionaba hace algunos días historias apasionantes sobre su último viaje al Himalaya.
R: Sí. Visité los monasterios himalayos el año pasado, y ahí escuché historias que hacían referencia a artefactos espaciales que se preservaban celosamente en cuevas secretas. Los antiguos textos relatan la historia de la ciudad de Starmen, llamada Nor-Shambhala, que se localiza en algún punto de Asia Central. Sólo el más adorado y erudito entre los lamas tibetanos tiene el privilegio de visitar este centro cósmico. Las escrituras mencionan una ciencia muy avanzada y una alta tecnología que esta ciudad oculta de Starmen posee. Pude obtener la traducción de un texto muy valioso que contiene referencias astronáuticas y de física nuclear; fue encontrado en los antiguos libros del Tibet. Los estudiantes budistas del Mahayan generalmente saben que la ciencia sagrada de Kalachakra fue recibida por Shambhala hace aproximadamente mil años, cuando Europa estaba en el período del oscurantismo; los maestros tibetanos de Kalachakra instruyeron a los lamas sobre la forma esférica de la Tierra, su órbita alrededor del Sol y sobre la multiplicidad de mundos en el Universo. De cualquier forma, si esta sabiduría llegó a los Reyes de los Siete Cielos, o desde la ciudad de Starmen, se sospecha que Shambhala obtuvo este conocimiento de una fuente cósmica.
P: Una de las cosas que seguramente más impresionan, por lo menos a mi me impresiona, son las evidencias encontradas de la existencia de una elevada tecnología en el pasado...
R: ¡Y sí que las hay! Australia tiene extraños dibujos de peces y animales que dan la impresión de ser transparentes; se les llama las pinturas de rayos x. Los aborígenes tienen una farmacología altamente complicada, que en una sociedad primitiva incluye cosas tan fantásticas como transfusión de la sangre, píldoras anticonceptivas y un remedio para el cáncer, cuando tal enfermedad no está muy avanzada ni es conocida como ahora. La mayor parte de este conocimiento se ha perdido, pero los científicos australianos están tratando ahora de rescatar lo que aún queda.
P: En la mitología australiana, ya que empezamos a hablar de Australia, todo, incluso las estrellas, tiene animación. ¿Esta tradición proviene de la Serpiente Arco-Iris?
R: Examinando estas leyendas sobre civilizadores cósmicos en países que están muy separados, se puede observar que su similaridad apunta hacia una fuente común. A la Tierra llegaron mensajeros alados de las estrellas o extraños hombres, que aterrizaron montados en serpientes o dragones para civilizar a las tribus primitivas. Parece ser que les dieron a los hombres instrucciones precisas en agricultura, arquitectura, astronomía, medicina y todo aquello que les ayudó a ascender. Los maestros espaciales aparentemente sabían en forma exacta qué dar, a qué sociedad y cuándo. Aparecen como si hubiesen tenido programadas sus misiones a escala global. Seleccionaron a la gente más inteligente crearon grupos muy restringidos de sacerdotes instruidos. Esta casta, ya sea en América del Sur o Central, en África, Asia, Europa o en Australia, se convirtió en el grupo celador de una gran secreto: ¿cómo llegaron los hombres de las estrellas? ¿Cómo visitaron nuestro planeta? ¿Cómo algunos hombres viajaron con ellos al espacio?... No resultaría imposible que estos guardianes de tradiciones cósmicas, pequeños en número pero enormes en conocimiento, tengan todavía en su posesión artefactos de otros planetas. Tengo confianza de que cuando se dé el tiempo oportuno, todos podremos ver a uno de estos artefactos.
P: Es verdaderamente asombroso y notable que algunas de estas leyendas indiquen precisamente el lugar de donde llegaron los dioses.
R: Sí, en efecto. Nommo desde Sirio, Huang-Ti desde Régulo y Quetzalcóatl desde el planeta Venus. Sirio se encuentra a nueve años luz y Régulo a más de setenta y cinco. Yo soy un convencido de que Osiris-Isis, Nommo, Oannes, Hermes, Shiva, Huang-Ti. Quetzalcóatl, Viracocha. Manco-Copac, Mamma-Oclo y muchos otros dioses fueron, sin lugar a dudas, civilizadores de una cultura cósmica comprometidos en misiones para modificar la evolución de nuestro planeta.
Este artículo fue publicado originalmente en la revista Contactos Extraterrestres (1977) y reproducido por la revista Cuarta Dimensión (N° 62 )
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