"Es fácil decir: es pueril. Pero lo pueril es creer que vendándose los ojos ante lo desconocido se suprime lo desconocido"
Victor Hugo (Contemplación Suprema)
Victor Hugo (Contemplación Suprema)
Hablando de OVNI
-En los últimos meses han sido vistos en argentina una gran
cantidad de OVNI, una especie de ola similar a la que hubo en Francia en 1954.
¿Usted tiene alguna teoría de estas apariciones masiva que ocurren en un país?
-No lo sé, aquí no se recibe mucha información sobre tales
apariciones en otras partes del mundo, y aún cuando ocurren en Estados Unidos,
es muy difícil conseguir información como para tener una opinión al respecto.
- ¿Cree que la mayoría de los testigos lo son de buena fe, o
por el contrario, piensa que en estos momentos existe una suerte de psicosis
colectiva al respecto?
-Solo se han recogido testimonios sobre esa clase de
fenómenos por un periodo demasiado breve. De modo que es muy difícil decir si
esas personas han visto OVNI. No creo que mientan ni que haya una psicosis
masiva. Aquí el tema se trató hace ya unos 30 años cuando aparecieron los
primeros libros.
Hasta el momento no
hay ninguna prueba definitiva. Por ejemplo, fotografías. Las que existen pueden
no ser verídicas. Es lo mismo que pasa con los accidentes. En los últimos 7 años
han perdido la vida en accidentes automovilísticos 2 millones de personas, pero
aún no se ha podido fotografiar ni un solo accidente. Ocurren tan rápidamente
que es casi imposible hacerlo.
-En la Argentina han aparecido fotos de OVNI en los últimos
meses…
-Dicen que son fotos… ¿pero quién las sacó? Yo les daría
crédito si hubiesen sido tomadas por un piloto, o por un meteorólogo, que son
capaces de distinguir entre un globo de aire y un OVNI. La idea de ser famoso
es tentadora… yo puedo estar en el jardín de mi casa, tirar un objeto al aire,
pedirle a mi hija que lo fotografíe y decir después que se trata de un OVNI.
“Soy un moralista”
-¿Cuál es el papel que usted cree tener, como escritor de
ciencia ficción, con respecto a estos hechos: incrementar la imaginación de la
gente y predisponerla a creer que han visto OVNI o ser un anticipador de la
realidad como lo fue, por ejemplo, Julio Verne?
-Yo diría que el papel de Verne es el más importante. Y creo
que ese papel es el mío. El gobierno francés me invitó a celebrar el centenario
del nacimiento de Verne. El era un moralista constructivo y tecnócrata.
Admiraba la nueva maquinaria que se creaba y sostenía que había que usarla. El
capitán Nemo es un maestro de moral que odia las guerras y las maquinarias que
se emplean para hacerlas. Verne envía a Nemo al mundo a suprimir esas
maquinarias y a destruir las armas. Es como Cristo: elige caminar sobre el
agua. Si logramos hoy quitar las armas de todos los países del mundo
simultáneamente, tendríamos un mundo mejor. Esa era la meta de Nemo. Julio Verne fue el gran moralista de todos
los escritores de cualquier tipo de ficción y lo que me entristece es que Nemo
no haya logrado su fin. Hoy tenemos guerras hasta con las ballenas. Nuestros
problemas ecológicos son muy graves. Hace unos años yo estaba viendo un
documental sobre África y la caza de elefantes.
Ver cómo los mataban me hiso sentir tan mal que me tuve que ir del cine.
Es como ir a la catedral de San Pedro para dispara contra la cúpula y
destruirla. Noi concibo que alguien pueda hacer algo así. Considero la
destrucción como algo inhumano. Aparentemente me fui del tema. Pero no, está
todo relacionado: Verne, la no destructividad, la caza de elefantes… si Julio Verne viviera sería Jacques Cousteau.
Los seres extraterrestres
-Volviendo al tema de los seres extraterrestre, ¿cree usted
que provienen de civilizaciones superdesarrolladas?
-Si todos nos consideramos criaturas de Dios, no solo en
este mundo sino en todos los mundos, y estos extraterrestres vienen de otros
mundos, supuestamente creados por Dios, tendríamos que sentirnos orgullosos de
pertenecer a un universo hecho por un mismo Dios y tan lleno de vida. Esto es
lo que tiene de lindo el filme Encuentros cercanos del tercer tipo: la realidad
de saber que el universo está totalmente fecundado y que seres de otros
planetas nos visitan. Al final del filme uno se siente con ganas de ir a esos
planetas desconocidos. Dado que nosotros, los terráqueos, estamos en tránsito
–hemos llegado a la Luna y a Marte- no tendríamos que preocuparnos por la
posibilidad que esos extraterrestres sean o no superiores a nosotros. Creo que
en los próximos millones de años viajaremos millones y millones de kilómetros y
visitaremos nuevos mundos y el nuestro se
mantendrá intacto. Nosotros seremos el plato volador del futuro. En realidad ya
lo somos.
-Concretamente, ¿usted cree o no en la posibilidad de otros
mundos habitados?
-Absolutamente.
-¿Sin pruebas, como las que exige para pronunciarse sobre
los OVNI?
-Sí, porque la prueba somos nosotros. El que nosotros
estemos en este planeta demuestra que hay vida en otros lugares… No va a haber
diez millones de planetas vacíos, ¿no es cierto? ¿Para qué serviría haber
creado un mundo si nadie lo habita, si nadie lo puede ver?... Así que
cualquiera sea el punto de vista o la razón que miren, la fuerza de Dios o de la
vida, o como quiera llamarse a lo que hace funcionar el Universo, la religión mantiene
una teoría y la ciencia otra. Pero si usted se fija en todas esas teorías se dará
cuenta de que es incomprensible saber cómo llegamos acá. O si este milagro pasó
o no acá. Pero no importa, acá estamos y podemos observar nuestro alrededor y
pensar que tiene que haber millones y millones de seres de diferentes razas,
tan o más peculiares que nosotros.
La ciencia y la religión
-Usted habla de creer, es decir, de aceptar el hecho de la
vida extraterrestre sin pruebas, totalmente al margen de la ciencia. ¿Ese creer
sin pruebas no coloca el tema en un terreno similar al religioso?
-Sí y de muchas maneras. Los científicos estarían totalmente
en desacuerdo con lo que acabo de decir, porque me objetarían que nuestra
existencia no prueba nada, pero no creo que negarían la posibilidad de vida en
otros planetas. De ahí en adelante se entra en el terreno de la religión. Se
trata en la teología. Cualquier lugar que nosotros no conocemos se convierte en
asunto teológico. Por ejemplo, podemos inventar muchas reglas sobre la gravedad, sobre la energía solar, pero ni siquiera sabemos que es la luz.
Tenemos teorías sobre ella, pero no sabemos concretamente qué es. Terminamos
diciendo que es algo misterioso y nos volvemos a referir a Dios porque no importa
cuántas investigaciones hagamos: nunca solucionaremos ciertos problemas. Y ahí
es donde la religión se establece. Donde los científicos no pueden resolver los
misterios.
-Lo fantástico ha
entrado en nuestro mundo cotidiano y amenaza con sacudir nuestros esquemas
tradicionales sobre ciencia, religión, filosofía. Una suerte de reedición de lo
que pasó cuando el hombre debió admitir que la Tierra no es el centro del
Universo. Si todo lo que hasta ahora creíamos no es cierto ¿por qué creemos en
el futuro?
-Yo escribí una cantata hace 9 años que era parte de una
larga poesía. El concepto de Cristo quizá cambie para muchos porque las
criaturas de otros mundos serian diferentes. Si hubiera una civilización de
arañas intelectuales que fueran capaces de tomar decisiones morales, esas
arañas no serian, claro, seres humanos, pero se comportarían como tales. El
deber de la humanidad es diferenciar lo bueno de lo malo. Los animales no
tienen esa opción. Nosotros podemos pensar acciones y esa capacidad es la que
demuestra que somos humanos. Si una nave espacial llega a la Tierra y sus
tripulantes se parecen a arañas o a conejos pero tienen, por ejemplo, un dedo
pulgar, y pueden asir cosas con él, ahí está la respuesta. Porque podrían
empezar a construir herramientas, a cambiar el ambiente, y entretanto se irían haciendo
humanos. En el camino que recorrimos nosotros. Entretanto aprendimos a
defendernos de otras criaturas de este mundo y más tarde a matarlas… Si un ser
de otro mundo nos invade, puede que sea horrible. Yo escribí mi primera película
sobre este tema: Venido de otro mundo. Ahí explicaba que no se puede juzgar a
nadie por la apariencia física sino por su conducta. Si salen de la nave y se
comportan como el Papa Juan, tendremos suerte y no habrá por qué pensar en
agredirlos. Nuestra civilización cambiará de acuerdo con la calidad moral de
las criaturas que nos visitan. Si estas criaturas llegan después de billones de
años y se convierten en perfectos cristianos diremos, aunque no nos parezcamos
físicamente: “ojalá seamos como ellos”. Y para eso tendremos que controlar
nuestras guerras; cosa nada fácil de
lograr, porque nos gustan. Si no fuera así no existirían.
“Todo va a terminar bien”
-¿El tener que resignar el papel de centro del universo no
será para el hombre un golpe duro?
-Eso es lo grande de los viajes interplanetarios. En lugar
de sentirse tocado en su orgullo por el motivo que usted citó, tendrá la
posibilidad de sentirse orgulloso por pertenecer a un universo lleno de vida y
creado por un mismo Dios. Dios está en todos los posibles Adanes y puede
tratarse de un Dios que evoluciona y nos da piedra libre para actuar junto con
los seres de otros mundos. Puede ser que Dios nos diga: “Bueno, muchachos, yo
no voy a estar siempre acá para ayudarlos. Tienen que actuar solo. Yo no les
voy a decir que deben hacer, la elección la dejo a su criterio. Ustedes son
responsables por la vida de todo el Universo”.
Nosotros no somos los
únicos y tendríamos que apreciar esa situación y aprender a convivir, o que criaturas de otras órbitas
vengan y nos den el ejemplo y nos digan “por Dios, terminen con las guerras y
las agresiones”. Personalmente creo que vivir es tan lindo que no hay por qué
arruinar ese hecho. Pero creo que en definitiva todo va a terminar bien. Aún es
muy temprano y somos demasiado jóvenes.
-Cuando lanzaron los primeros cohetes espaciales usted dijo:
“el hombre es realmente grande y a agarrado a Dios por el ruedo del sobretodo”.
¿Ahora, ante la cercana posibilidad de encontrar seres de inteligencia
superior, repetiría esa frase?
-Por supuesto. No hay pruebas de que existan seres
superiores a nosotros alrededor del mundo. Aún somos nosotros los superiores.
En todo el mundo hay editores que esperan ansiosamente de que aparezcan pruebas
de la existencia de tales seres para enriquecerse. Cualquier catástrofe se
convierte en best seller y sino, basta con pensar en los uruguayos que se
perdieron en la cordillera.
“Si nos quedamos en la Tierra morimos”
-Aun a título de hipótesis, ¿le molesta suponer que existan
seres superiores a nosotros?
-Si fueran superiores hubieran aterrizado hace ya mucho
tiempo y nos hubieran dicho, ”Hola, acá estamos.” ¿Para qué se esconderían?
-¿Cree que la
existencia de otros mundos habitados alterará la idea de Dios y los
conceptos religiosos?
-Yo escribí mucho sobre el concepto de Cristo en otros
mundos. No va a ser el mismo que el de nuestro Cristo. El Cristo africano es
distinto al asiático. En México la virgen es morena y en África, negra. Si hay
cambios en el mundo, cambiará la imagen de Cristo.
-Bradbury, usted se refiere a la imagen, yo me refería al
concepto, a la idea de Cristo. Es decir, al fondo, no a la forma. Además, para
extender la religión tal como la conocemos hay que suponer que esos seres son
similares a nosotros.
-Para construir una nave espacial tendrían que ser como
nosotros. Matemáticos, físicos… Además, en muchos sentidos, todas las
religiones son iguales. Son religiones del Sol. Cristo es el Dios del Sol y
está en relación con Ra y los dioses persas. Por eso hay varios conceptos
distintos de Cristo. En cualquier país, en cualquier planeta, en cualquier
idioma, el Dios es salido de Sol. De modo que si esos seres tienen una religión
tiene que ser solar.
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