De vez en cuando el hombre tropieza con la verdad, pero la
mayoría se levantan y se van como si nada. (Winston Churchill, 1874-1965)

Luego de dos años de haberse editado en España por editorial
Edaf, llega a la Argentina (aunque en una cantidad escasa, ya que no se puede
encontrar en la mayoría de las librerías) La Historia Miente, del celebérrimo
Erich Von Daniken. El padre de la paleoastronáutica nos despacha con un estudio
del hasta ahora indescifrable Manuscrito Voynich, donde dice haber encontrado
similitudes en su escritura con los grabados de muchas de las planchas, figuras
y estelas que poseía el padre salesiano Carlo Crespi en su iglesia en la ciudad
de Cuenca, Ecuador. El padre habría recibido durante años estas obras, de parte
de los nativos de las selvas amazónicas. Ellos le contaron que los tesoros
provenían de unos lugares secretos de sus antepasados. Von Daniken conoció a
Crespi en los años ’70 y tomó centenares
de fotografías de su caótico y ya desaparecido museo. En sus arriesgadas
opiniones, como siempre, Daniken cree que en esos grabados puede estar la clave
para descifrar el Manuscrito Voynich
y que su escritura, al igual que otras, en
su origen, fue traída a la tierra por extraterrestres;
Y aquí hace entrar en escena a Enoc, el
patriarca antediluviano, el “amigo de Von Daniken”, como escribe el gran
investigador y novelista español Javier Sierra,
en el prologo a la versión española de La Historia Miente. Daniken
estudió por años el Libro de Enoc (un texto no canónico para las iglesias
cristianas) en sus diferentes versiones y traducciones, llegando a la conclusión que el “patriarca
asistió como hombre privilegiado a un curso
en una nave nodriza asistido por extraterrestres”. Dichos textos son
unas delicias para los teóricos de los antiguos astronautas, ya que en ellos se
encontrarían pasajes referidos a datos
astronómicos, rebeliones en las tripulaciones de naves espaciales, sexo entre
humanos y extraterrestres, conocimientos que no se podrían esperar de una
sociedad humana antes del diluvio, entre otros datos “tecnológicos”. Enoc
recibe de los ángeles (obviamente extraterrestres para Daniken) libros para
poner al alcance de las generaciones futuras de la Tierra, donde se encuentran
las pruebas de la participación extraterrestre en nuestra historia como
civilización. Y como si esto fuera poco, el escritor suizo presenta un largo capítulo
dedicado a su ya famosa aventura en Ecuador con Juan Moricz, el principal
protagonista de la historia de la cueva de los Tayos y sus fantásticos tesoros.
Luego de defenderse de las acusaciones de falsear la historia, lo que vio o dejó
de ver personalmente, que tantos enemigos le provocó ( Moricz incluido), Von Daniken va todavía más lejos, relacionando
la supuesta biblioteca de planchas de oro y demás metales (con escrituras que
nos contarían la historia de nuestras primigenias civilizaciones y que se
encontraría a resguardo en las profundidades de las cavernas amazónicas), con
los libros Eter y Nefi de los mormones y también cree que habría una conexión
con las escrituras recibidas por Enoc. Como ven, nuestro escritor no se ahorra
nada. En este complejo asunto de la biblioteca de los Tayos, Daniken se equivoca, a mi juicio, dándole protagonismo
a un personaje como Petronio Jaramillo. Recomiendo leer el otro lado de esta
historia, en el libro de Gerardo Peña Matheus, quien fue abogado de Juan
Moricz: Historia documentada del descubrimiento
de las Cuevas de los Tayos. Allí, como
en este libro que estamos reseñando, se publican las correspondencias entre el
abogado y Von Daniken, para que cada uno saque sus propias conclusiones
. En fin…en
este asunto de los Tayos se han escrito tantas barbaridades…
Para concluir el
libro, nuestro investigador nos presenta
las últimas y sorprendentes investigaciones sobre la llanura de Nazca (Perú),
que él mismo propició, junto con un grupo científico interdisciplinar. Sus hallazgos
consistieron en detectar irregularidades geoeléctricas en diferentes zonas de la pampa peruana, así
como grandes concentraciones de arsénico en los sedimentos y también un
material blanquecino que está compuesto de cristal; lo que indica que el
misterio de Nazca está lejos de resolverse. No habrá sido que antiguos
astronautas…
Erich Von Daniken. Se
lo ama o se lo detesta, pero nunca pasa indiferente.
Nota: el libro tiene algunos errores de traducción
y de impresión. Amigos de Edaf: sean más rigurosos y ¡sigan editando a Von
Daniken!
No hay comentarios:
Publicar un comentario