En contraste con el anterior artículo que publicamos sobre los
"misterios" de la meseta de Marcahuasi (entrevista del Dr. F. Jiménez
del Oso a Daniel Ruzo), solicitamos a importantes investigadores que han
abordado este tema, sus opiniones al respecto.
Ruzo fue uno de los visionarios más estudiosos del siglo xx con respecto al realismo fantástico. Su principal aporte fue el descubrimiento de la meseta. Marcahuasi es un lugar único en el mundo, cuyo efecto se multiplica si el visitante está preparado y con una mente abierta. Eso es lo que falto a del Oso... que fuera con los ojos de un psiquiatra freudiano a analizar piedras que para el neófito son puras piedras. Recuerdo cuando traté de hacer un documental para Discovery Science, el ejecutivo lo veía así. Lo mismo el presidente de la compañía que produjo mi segmento para Ancient Aliens; protestó después porque solo se veían rocas...y eso es lo que ves...fotografiada desde el aire se ve algo natural. Cuando uno está ahí y ve y siente las esculturas, uno percibe la presencia de otra humanidad, digamos la esculpida de los dioses. Mi teoría -no una especulación al aire- es que aprovecharon las formas naturales para darles más formas, acentuando ángulos y agregando detalles para crear figuras de animales y humanos, dentro de lo que llamábamos "modelación óptica". Una combinación de factores, de luz solar, poder telekinético, de esa cultura antidiluviana anterior a los preincas. Por eso es importante ver que otras técnicas posteriores todavía utilizan técnicas intermedias de modificación de bloques graníticos y dioríticos en las edificaciones preincas y propiamente dicho, incas, como encontramos en los primeros estratos de Macchu Picchu, o de Ollaytaytambo.
A la zona de Marcahuasi/valle de Santa Eulalia y sierra central
del Perú llegan a cruzarse descendientes de colonias
atlantes, que mantenían ese conocimiento. Tal vez también hay una
convergencia con los pueblos protohistóricos que moraban en el pacífico, donde
otra isla continente se hundió y sus sobrevivientes se asentaron en las altas
cumbres de las cordilleras.
Astete fue un maestro predeterminado, un simbologista que guía a
Ruzo hacia el descubrimiento. Un universo arquetípico desciende sobre ellos, y
se convierten en báculos de un mensaje inmemorial. Del legado que todavía
oculta en las profundidades de los Andes un mensaje críptico. Egipto tiene una
esfinge que no contesta las interpelaciones que los aburridos arqueólogos
dogmáticos hacen sin ver que también las culturas del mediterráneo y del Nilo,
conectaban con esa caída del paraíso, esa expulsión del Edén, que fue la
catástrofe "atlantídea". Algo parecido a la situación de la crisis
social actual, de ciencia y técnica sin etos, y pese a ello, una de las
humanidades más ignorantes que se puedan imaginarse.
Astete ve un sistema subterráneo que Ruzo ubica en el centro de la
meseta (posiblemente la grieta cavernaria llamada El Infiernillo).
El mismo Ruzo me delega en 1989, que vuelva a la meseta a cuadrangular las
líneas de conexión entre las esculturas conectadas entre los solsticios y
equinoccios. Según él ahí estaban depositados en forma de escrituras el legado
de esa humanidad anterior. Ruzo sabia de la historia de la cueva de los Tayos,
pero nunca la había estudiado, aunque recuerdo que le interesaba saber más,
pero remarcaba que las altas cumbres eran más idóneas para resguardar tesoros
que las oquedades amazónicas.
Daniel (Ruzo) muere con la esperanza de que se descubran mas indicios
hacia la incógnita del pasado. Tal vez las claves estén más en lo que dijo el
profeta Daniel, que Nostradamus, al que estudió hasta su muerte....
A. Chionetti en El Infiernillo |
Débora Goldstern (bibliotecaria, investigadora de civilizaciones antiguas. Sus estudios se centran especialmente en las teorías sobre el "mundo intraterrestre"):
Acerca del tema, mi primera
referencia llegó a través de “El Retorno de los Brujos”, mítico libro de los
autores franceses, Louis Pawles y Jacques Bergier, donde en un capítulo,
comentaban acerca de los estudios de Ruzo. Pasado el tiempo, accedí a “La Historia
Fantástica de un Descubrimiento”, y “El Valle Sagrado de Tepoztlan”, libros,
donde Ruzo se extendía dentro de este misterio.
Supongo este abordaje, como una de
las primeras lecturas que trata la cuestión protohistórica de Sudamérica, aún
en discusión.
Dato importante a tener en cuenta
cuando se pasa revista a la tesis de Ruzo, es su pertenencia a la Masonería,
punto no menor por las implicancias que acarrea a nivel revelación. Claramente
estamos ante un ALTO iniciado y de grado mayor, que dedicó casi toda su vida a
poner el foco de la discusión en las extrañas formaciones del paisaje peruano
de Marcahuasi, y que a su entender, obra, de una raza misteriosa
post-diluviana, la cual denominó Masma.
D. Goldstern en Tiahuanaco |
Claro que la geología hasta el
momento poco avala estas siluetas rocosas, que dicen producto de la ilusión
óptica (pareidolia), aunque las dudas persisten. Personalmente, me gustaría
observar in situ estas efigies para hacerme una idea más definida, y si
realmente las mismas califican como restos de una civilización ajena al pasado
americano.
La cuestión subterránea, también
vinculada a Marcahuasi, que señala un tesoro oculto legado por esta raza
desaparecida, es otras de las pistas aún sin comprobar, y que de concretarse, pudiera servir como futuro eje investigativo.
Bettina Allen (psicoterapeuta, investigadora de civilizaciones desaparecidas):
"Para descubrir una 'Obra
Mágica' es necesario cultivar la Fe en aquello que se manifiesta en diferentes
momentos de nuestra vida"
Pedro Astete.
Fue Don Pedro Astete
(1871/1940) quien manifestó estas palabras cuando descubrió el "Puente
brillante" hecho de luz compacta que cruza el Cerro San Cristobal cerca de
Lima (Peru) y se dirige por una senda angosta a una caverna que lleva a la
Ciudad subterránea de "Masma".
En su trayecto hacia la caverna
encuentra una concha marina, que "casualmente" es la insignia de
Santiago (2° hijo de Jesús y María Magdalena) cuyos restos se encuentran en
Compostela (España) que significa "Campo de luz" ¿coincidencia?.
Pedro Astete estaba unido por lazos
de sangre real (Sangral) a Santiago y por lo pronto a Jesús y M. Magdalena,
vale decir que Astete llevaba en su genética la simbología del Iniciado.
Luego de visitar Masma en
cuerpo fisico (no en sueños) y describir los objetos allí existentes -me cuenta
Daniel Ruzo- Astete se conect'o con él, y se asociaron para investigar las
Esculturas Protohistoricas
Al igual que Tierra del Fuego
(Argentina), los primeros habitantes de la desolada Meseta fueron los Egipcios.
Marcahuasi, plagada de esculturas
protohistóricas, posee a la altura del "Monumento a la humanidad"
tres entradas subterráneas al "Centro urbanistico- protohistorico" de
Masma, al decir de J. Moricz en sus investigaciones en Marcahuasi.
Marcahuasi semeja un juego de Tarot,
las señales son inequívocas; "El héroe"= baraja de "El
emperador", "El altar de la Fortaleza" = La fortaleza,
"El altar de las mayoranas = La Luna......
Siguiendo las esculturas realizamos
una tirada de Tarot que nos da la pista del destino de la humanidad
en el "Monumento a la humanidad" en Marcahuasi.
Con respecto a la relación subterránea con Marcahuasi, Javier
Stagnaro (ufólogo, espeleólogo, estudioso del "mundo
subterráneo"), nos comentó que un grupo del Centro
Argentino de Espeleología (CAE) -del cual es miembro-, había
participado hace varios años en expediciones a lugares importantes arqueológica
y culturalmente del Perú (con el recordado explorador Julio Goyén Aguado a la
cabeza), entre los que se encontraba la meseta de Marcahuasi, donde pudieron recoger datos sobre misteriosos túneles que conectan con otros sitios del país. En una de esas incursiones por Perú, hallaron un cementerio de Uros
J.G.Aguado con un esqueleto Uro encontrado en Perú |
Para finalizar, una anécdota que conecta estos misterios con otros: los
Ovnis. Nos contó Osvaldo Masanet (numerólogo, buscador de la ciudad
de "El Paititi) durante su estancia en la meseta de Marcahuasi:
O. Masanet contándonos sus experiencias |
Una noche abro la puerta del establo donde estábamos parando para ver el cielo y veo una estrella muy grande, cierro avisándole a mi amigo; él la mira extrañado por su tamaño y se retira para dormir, cuando vuelvo a abrir, se había iluminado toda la meseta como si fuera de día, cerré la puerta asustado y me dije: todavía no estoy preparado para esto; al rato volvió todo a la normalidad.
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