Ahora estarás charlando con Juan y con Julio y sabrás todavía más de esa sabiduría perdida, o con los maestros de la literatura, o con los amantes de los automóviles clásicos. Gracias por tu confianza y tu aprecio, que siempre fue mutuo. Vasco honesto y divertido. Ahora te reirás en ves de enojarte de algunos que hablaban sin saber, cuando la ignorancia y la envidia lastimaban. Tu recuerdo, con tus cuentos (te faltó la novela, ¿te acordás?) y el impresionante Lírico y Profundo, donde escribiste lo que nadie antes sobre ese otro gran vasco y la verdad sobre el misterio de Las cuevas de Los Tayos, será imborrable. Aunque no lo buscaste, tu obra quedará como faro para los verdaderos buscadores. Gracias vasco
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