Hoy en día conocemos infinidad de casos donde mucha gente ha visto, fotografiado y filmado pequeñas esferas luminosas sobrevolando distintos lugares. Desde los famosos foo-fighters que empezaron a observarse durante la segunda guerra mundial, hasta tiempos más recientes, donde personas que aseguran ser “contactadas”, comenzaron a llamar a estos objetos “Canéplas”. Aunque, según los relatos de testigos, estas esferas aparentan ser de contexturas sólidas en algunos casos, en otros, parecen ser bolas de energía que atraviesan lo material. En Argentina son conocidos muchos avistamientos en Capilla del Monte (Córdoba) y en Victoria (Entre Ríos), por dar dos ejemplos de nuestro país. También se las asocia al fenómeno de los agroglifos en los cultivos en los campos de cereales, en algunas zonas de Europa, sobre todo en el sur de Inglaterra. ¿Qué podrían ser estas esferas? Investigadores y “contactados” parecen coincidir en que serían una especie de “observadores”, aunque para algunos: robots a control remoto (enviados desde alguna nave) que monitorean y filman o transmiten todo lo que observan, para otros: “seres energéticos” con vida propia o en todo caso “bio-mecánica”. Llegado a este punto, luego de esta breve reseña, ya que el tema requiere una investigación más profunda, quiero principalmente, contar una experiencia que me interesa sobre todo, porque les sucedió a unas personas, entre las cuales se encontraban dos sobrinos míos. Voy a transcribir el relato que por escrito, hizo el mayor de ellos:
"Eran cerca de las 21:30 hs. Tenía seis o siete años según recuerdo, y por detalles que debatí después con otros testigos de la escena, acordamos que esto transcurrió en el año 1996 ó 1997 en San Isidro, en la calle Nicolás Avellaneda 1051, entre las calles Pampa y Rolón. Yo, Dan Joel Crocsel, estaba en el patio de la casa a unos cinco metros del portón corredizo que daba a la calle. El hijo menor de Marta, quien en ese momento estaba en la cocina que comunicaba con el patio, la cual se encontraba a mi derecha teniendo en cuenta mi posición, se llama Marcelo, y estaba corriendo el portón para entrar su auto al patio en donde estábamos el marido de Marta y yo. El marido, Carlos, se encontraba sentado en una silla de espaldas a la pared que dividía nuestra casa de la del vecino, opuesta al portón de calle y ambos contemplábamos a Marcelo, Carlos lo estaba guiando a entrar el auto, yo miraba de chusma nomas. De repente, al abrir casi completamente el portón, Marcelo gritó sorprendido y señaló una especie de esfera resplandeciente de color verde, de tamaño similar a una pelota de fútbol, suspendida a poca altura del suelo un poco más atrás de la línea que dividía el patio de la calle. Inmediatamente luego del grito de Marcelo, la esfera de luzentró levitando muy velozmente con un moviiento similar al de una mosca y se detuvo muy cerca de mí, casi en el centro del patio. Con la inocencia de un niño, traté de atraparla, pero me esquivó con una velocidad y movimientos que recuerdan nuevamente al insecto volador antes mencionado. Siguió una trayectoria corta en el aire pasando por delante de los ojos de Carlos, superando la altura de la pared vecina y subiendo hasta desaparecer en la lejanía del cielo. Entré corriendo a contarle a Marta y le pregunté si había visto lo que sucedió pero contestó que no y viendo a su hijo y marido todavía mirando el cielo sorprendidos, me creyó. Al día siguiente Carlos me llama, sentado a la mesa de la cocina con el diario en la mano y me muestra con asombro una foto en donde se ven estas extrañas esferas de luz, en un lugar céntrico de San Isidro y con varias personas que las contemplan. Esto es lo que vimos anoche me dijo".
Ilustraciones: Dan Joel Crocsel
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