lunes, 20 de marzo de 2017

GUSTAVO CAVALLO, EL ESPELEÓLOGO QUE BUSCÓ MÁS PROFUNDO

Gracias a la presentación de Javier Stagnaro tuve el placer de conocer a Gustavo Cavallo (espeleólogo, andinista, investigador, testigo de fenómenos ufológicos), un veterano explorador que supo ser amigo de gente tan especial como el célebre espeleólogo Julio Goyén Aguado y el descendiente de Amautas Ernesto Cabrejo, entre otros "personajes muy particulares". Largas charlas repasando sus experiencias y conocimientos. El interesado encontrará datos (revelaciones diría yo) muy poco conocidos. Sin interrupciones de quien esto escribe, dejemos solo a Gustavo contarnos sus inquietudes, su paso por el equipo de espeleólogos de Goyén Aguado, las historias recibidas de Cabrejo, sus experiencias con OVNIs en la Pcia. de Salta y sus pensamientos y reflexiones. De verdad vale la pena.

Pablo Basterrechea con Gustavo Cavallo


... Cuando era joven tenía ciertas inquietudes, había leído mucho a los hindúes, libros antiguos de mística,  El Retorno de los Brujos (Pauwels/Bergier), a Von Daniken y otros. Y una noche soné con un edificio y con un lugar donde había una escalera de madera, muy chica, que terminaba en una terraza. Pasaron varios años y esa imagen me quedó grabada. Cuando tenía 21 años, llega a mis manos una revista que hacía Andi Pruna, donde me entero que Julio había hecho una investigación en la Cueva de los Tayos y que hacían con su grupo salidas a las montañas, a las cavernas... y así me acerqué  al Centro Argentino de Espeleología en 1974. Fueron pasando unos años y el vasco había ya creado una estructura para hacer expediciones, pero faltaba entrenamiento. Un día vamos a practicar técnicas de descenso vertical en el edificio del Centro de Espeleología, y para sorpresa mía, me encuentro con la escalera que había soñado, y ahí se me abrió la mente, me di cuenta que había percibido algo que era a futuro, entendí que todo es por algo y lo que pasaba ahí, no eran cosas casuales. Empiezo a reflexionar, porque a esa edad uno es muy impulsivo, quiere saber todo ya, que le abran la puerta del lugar donde decía el vasco que estaban los intraterrenos... ¿cuándo vamos?, yo me anoto, consíganme número que me pongo en la fila... todos eran así, y se creó una corriente de asombro... todos pensaban ¿será cierto lo que dice Julio?, nos pasábamos información... algunos creían, otros no...  Acompañé a Julio en varias expediciones y otras las hice por mi cuenta. Fui a Mendoza (Caverna de las Brujas), Córdoba (Cueva de los Vampiros, Capilla del Monte), Sierra de la Ventana, Bariloche (Cueva del León), volcán Llullaillaco (Salta) entre otras.
 ... Un amigo me vino a visitar y me contó que cuando él era chico presenció una charla de Julio Goyén Aguado en un club de Villa Lugano (Bs As) en la década del '70, sobre espeleología. Cuando Goyén Aguado se refirió a lo que había visto dentro de la Cueva de los Tayos, se paró, le brotaron lágrimas, y dijo "disculpenmé, estoy muy emocionado, no puedo hablar más de esto, voy a seguir con otras cosas". Los dejó a todos "colgados" en ese momento con lo que había visto. Y no es el primero, otro me contó que cuando Julio llegó a ese lugar casi se desmaya con lo que vio, era incomprensible, algo que no estaba dentro del raciocinio, de la mentalidad lógica-matemática, científica, escapaba a toda información que él pudiera tener antes... 
 La gente que no conoció a Julio, y lo hubiera conocido en esa época, diría que (Steven) Spielberg lo copió a él, porque el Indiana Jones americano fue Julio. Él hacia lo que Indiana Jones hacía y más.... Julio te llevaba a lugares que a vos ni en la más loca fantasía se te hubiera ocurrido ir, porque uno que estaba ahí y veía el armado de alguna expedición o colaboraba, sentía que todo era muy mágico... él tenía una capacidad, un don, una mística muy especial, era un fuera de serie. 
 Julio era insondable, no podías pasar la barrera que él ponía y, por otro lado, te daba con cuenta gotas la información, y uno iba investigando y viendo qué había de real; no te vendía nada, no tenías que comprar nada, no había detrás un fin material. En aquella época la gente hacía cola para pedirle que vaya a dar una conferencia, y él no cobraba ningún dinero.

 JUAN MORICZ

Moricz visitaba al vasco a menudo, se hacían reuniones e íbamos a comer. Era una persona de la cual uno había leído en los libros de fantasía, de gente que no lo conoció. El vasco nos contaba la historia de Moricz, desde que salió de Hungría para acá. Moricz hablaba poco y lo que hablaba lo entendían muy pocos; hablaba con los mayores, no tanto con nosotros los más jóvenes.

C.A.E (CENTRO ARGENTINO DE ESPELEOLOGÍA), ALGO MÁS QUE LA SIMPLE EXPLORACIÓN DE CAVERNAS

... estaba planteado por Moricz y por (Ernesto) Cabrejo y por algunos, que antes que yo,  habían ido y habían hablado. Escuchábamos que había cavernas en la cordillera, que había gente viviendo, y Julio mostraba libros de personas que desde el siglo xix para acá habían estado en esos lugares. Ya había mucha información, para nosotros, incontrovertible. Publicaciones como las de Florencio de Basaldúa(1), que no eran populares. La explicación la daba Ibarra Grasso(2); nos decía que si uno habla de una teoría científica que no coincida con los estamentos académicos, muestra las pruebas y quiere publicarlas, no lo dejan, lo ningunean y encima corre el riesgo de la muerte civil, porque toda la maquinaria va a estar en contra, lo tapan y no se puede nunca más volver a decir, a publicar, y esa es la maquinaria que sigue funcionando.
  Ahora hay tanta información, pero no es válida; es un reciclado de un refritado y la gente se conforma con eso, pero no sabe que atrás de eso hay cosas más profundas, que hay documentos, que hay gente que ha descubierto cosas. 
 Esto es una lucha escatológica en la cual hay unos seres, "Los Jardineros", los que nos custodian, los que nos vigilan, dirigen, y hay otros que hacen lo contrario. Tratan de desmitificar y así están las cosas.

ERNESTO CABREJO
Ernesto Cabrejo (foto tomada del canal de You Tube de Carlos Zavalla)

El vasco nos presentó a Cabrejo, todos lo conocían. El tema era la inquietud de cada uno. Algunos fuimos a hablar con él y a otros no les interesó el tema y no fueron. En un momento dado, decidí ir a ver qué había, qué sabía, que podía compartir, ya que el vasco lo tenía en tan alta estima y había ido con él en algunas expediciones, y hablaba de este hombre como un Amauta, como una persona signada, que tenía revelaciones que el vasco decía que no eran comunes. Fui varias veces, y siempre me trataron de una forma excelente, una amabilidad fuera de serie. Él era peruano y estaba acostumbrado a la vieja usanza, como se estilaba en los pueblos antes. Con el tiempo fui recopilando mucha información de Cabrejo y de su esposa, porque ambos tenían coincidencia, él era peruano autóctono, nacido en un pueblo del norte de Perú y ella era una rubia, blanca, de origen judío-cristiana. Edith (su esposa) tenía la versión cristiana y él tenía la versión de los Andes antigua, de cómo era allá. 
 Cabrejo contaba lo que había vivido, sus encuentros subterráneos con los seres intraterrenos. Tenía muchos antecedentes... contaba que en el huerto donde ellos trabajaban -porque eran campesinos-, empezaron a tomar contacto con seres distintos a los seres humanos. Nos explicaba sobre una raza de seres subterráneos con alas, muy altos, que volaban. Justo en esos tiempos Goyén Aguado me presta un libro, La Raza Futura de Bulwer Lytton, donde se habla de, tal vez, la misma raza que, al parecer, conoció Cabrejo. Recuedo que en una zona del norte, donde estuve investigando, un gendarme dijo una vez, haber visto un ser alado en el desierto, pero no pudo precisar más detalles.
 Ernesto relataba que contactaron también, con un ser que había sido dejado por entidades superiores para el cuidado de la humanidad y transmisión de un conocimiento que hoy en día, está en el inconsciente colectivo de la gente. 
 Ya se está aceptando la posibilidad de que exista vida extraterrestre y eso hace unas décadas atrás era fantasía. Hoy ya hay mucha gente contactada, y cada contactado te muestra pruebas de las cosas que vio, y son irrebatibles, no se pueden negar. A mí me ha pasado de tener visión de naves cuando habitaba en Cachi (Salta) y allí es una cosa normal y común. Gente que no tiene interés de cobrar nada, no es un delirio místico o una cuestión de fomento del ego o de creerse su propia mentira. Hay quien dice que los gobiernos del mundo están en contacto, pero sus egos y sus necedades los están obligando a mantener a la humanidad en el oscurantismo.
 El padre de Cabrejo tenía un joven amigo que había entrado en uno de esos lugares subterráneos porque había sido invitado. Él era viejo y  cuando su amigo volvió después de un tiempo, seguía siendo joven; porque en ese lugar intraterreno, o es un campo interdimensional donde uno no envejece, o el tiempo seguramente pasaba de otra forma. Allí las reglas son muy estrictas, solo son invitados los que están en capacidad de comprender y están preparados. Hay como una diversificación de funciones. Si no trabajás para ellos bien, no recibís su aprobación, no recibís nada. Si uno se ocupa de la humanidad, ellos se ocupan de uno. Ellos te guiarán en el camino que elegís.
 Cuando el amigo del padre regresó, publicó un libro contando que había estado en otro planeta, pero en realidad, según Cabrejo, él no había salido de acá (aquí Cavallo se está refiriendo al libro Yo visité Ganímedes de Yosip Ibrahim, seudónimo de José Rosciano Holder).
 ¿Cómo son físicamente esos seres?, hay de todo. Otros eran pequeñitos, los uros, que según Cabrejo estaban diseminados por toda América y ayudaban a las tribus con las que estaban en contacto. Esa era una de las explicaciones que él daba de la evolución tan rápida de los Aymara, de los incas. Las tradiciones de ellos están ligadas a cuestiones místicas y de apariciones misteriosas y de raros contactos. Cosa que después de esa evolución de solo 200 años hay construcciones que para hacerlas se necesitó ayuda o una preparación extra.
 Según Cabrejo, cuando los incas vieron el avance de los españoles, sus máximas jerarquías emigraron y se introdujeron en túneles y cavernas, y años después, algunos pudieron tener contactos con ellos; se habla de (Percy) Fawcett y los túneles de la sierra del Roncador.
 Hubo gente que se ha llevado esqueletos o momias de Uros. En Mina Pirquitas había un enterratorio  y un arqueólogo francés fue y se llevó algunos de ahí.
 Yo participé de una expedición con Julio y otras personas, a un enterratorio en una montaña en Pisac (Perú), donde por indicaciones de Ernesto Cabrejo, pudimos encontrar esqueletos Uros. Nos acompañaba un médico cardio-cirujano, el Dr. Muller, quien nos dijo fehacientemente que "eso" no era humano, que jamás había visto algo así en su vida; corroboraba lo que explicaba Cabrejo.

Julio Goyén Aguado con un esqueleto Uro en Pisac (Perú)
... otras historias que nos narraba Cabrejo, eran sobre las máquinas que tenían los Uros y otros seres con los que tuvieron contacto los incas. Estos seres les habían dado (a los incas) maquinarias con forma de animales, hechas de oro, que predecían el tiempo de las cosechas. Eran como computadoras que tenían toda la información para los cultivos, la siembra, la puesta y la salida del sol, las estrellas, el clima. Cada máquina cumplía una función. Cabrejo conocía de esas maquinarias; seguramente las había visto. Decía también que esa tecnología desapareció cuando llegó la conquista. Los jerarcas incas escaparon y las escondieron seguramente, si no es que los conquistadores fundieron algunas, por ser de oro.


SERES REPTILIANOS

En algún momento se tocó el tema de los reptilianos, ya sea con el vasco, Cabrejo y otros de nuestro grupo. Posiblemente seamos descendientes de reptilianos, de una manipulación genética. Estos seres, aparentemente, fueron condenados a permanecer en el interior de la Tierra hasta el momento en que sean autorizados a salir y tomar contacto con los seres humanos. Parece ser que vinieron a la Tierra con alguna finalidad, algunos querían conservar La vida y otros destruirla. 
 Esto es como una materia pendiente, uno no sabe si actualmente hay gente infiltrada dentro de los gobiernos, que maneja a los seres humanos a través del control que ellos tienen, pero a su vez están manejados por esas entidades superiores de las que habla Giorgio Bonjiovanni(3), una confederación de seres que los mantienen a raya, porque hay seres que estarían buscando la forma de comprometernos de alguna manera, como llevando agua para su molino. Quieren echar nuestro camino espiritual hacia atrás porque no tienen la genética que nos han dado a nosotros. Como "Los grises" que no tienen nuestra condición ni la posibilidad de salir del estado en el que están. Nosotros somos experimentales para ellos



 GIGANTE "EL TAITITA"

Es el regente con el cual había un contacto espiritual de muy alto valor y que visitaba más frecuentemente Cabrejo en los últimos años de su vida. El gigante lo recibía, le daba la bienvenida y nos mandaba bendiciones a todos. Un ser que tenía algunos cientos de años, no era humano y tenía características especiales. Había sobrevivido a alguna hecatombe que hubo; fue sacado y reeducado y vuelto a poner en un lugar para la función que "ellos" le encomendaron. Cabrejo le decía "el Taitita" y su nombre era Escudero. Algunos decían que lo habían visto. El vasco dijo que lo había conocido, incluso que dicho gigante se había presentado en una oportunidad, a dar una charla en la Universidad de Tucumán, ante el desconcierto de muchas personas. Ahora, cómo llegó el gigante a dar la charla, y cómo llegó el vasco a saber eso, lo desconozco; pero yo supe que fue así. También Julio dijo que una noche mientras estaba solo en su oficina se le apareció un gigante y él lo atendió, pero no sabía si era "el Taitita", presuponía que sí. Por lo menos es lo que me contó a mí.(4)
 ¿Dónde Cabrejo se contactaba con el gigante? seguramente en un paraje en el norte de Perú, en la zona de los Andes. Cabrejo era toda una fuente de información de primera mano, todo lo que él había vivido y visto.
 Está todo encadenado: Moricz, Julio y Cabrejo hablaban exactamente lo mismo, no hay una divergencia o distorsión. Todos los que investigaron esto llegaron a la misma conclusión.
 ... (Pedro) Romaniuk(5) tuvo contacto con unos seres y después cuando los quiso volver a ver no pudo. Todos debemos tener algún contacto y no lo sabemos, porque ellos están pero no los reconocemos, mandan emisarios y es probable que cuando esto se esté terminando ellos bajen y pidan documentos para estar entre nosotros. Esto es algo que me contaron que va a ocurrir.
 Yo sé que el Taitita eligió a alguien como discípulo, el vasco me lo dijo, pero no sé si se concretó. Nosotros no estábamos ni en la categoría de discípulo, éramos personas aceptadas pero en algún escalón que no llegaba para la invitación. Hacía falta que él te invitara, había ciertos protocolos no escritos, no declarados, pero que uno respetaba.
 El Taitita manejaba algunas energías que cualquier mortal no conoce. Evidentemente el Taitita está en contacto con "La dirigencia" del grupo que nos monitorea permanentemente, no la CIA, el KGB o todos los servicios de inteligencia que quieren arrogarse el control de la humanidad. Hay un control mucho más alto. Como decía el vasco, estamos haciendo algo que ya está planificado.
 En una de sus últimas idas a verlo al Taitita, Cabrejo, volvió y a partir de ahí su salud desmejoró y al poco tiempo falleció. Lamentablemente tenía libros para publicar, pero los familiares decidieron no darlos a conocer, se destruyeron y todo quedó en el olvido.

VIAJES POR EL PERÚ

... Estuvimos en el Cuzco, en Sacsayhuamán y otros lugares, con gente que sabía. En Lima fuimos al Museo Larco Herrera, uno de los más completo que he visto en mi vida, en cuanto a razas ancestrales. Con el vasco anduvimos por los pasillos, viendo inmensas alacenas con vasijas con figuras de personas de tez negra, blanca, cobriza, de diferentes partes del mundo; figuras con rostros de Inca pero atuendos de egipcios, lo que demuestra que hubo un contacto fluido entre América y el resto del mundo. Descubrir eso fue como dar vuelta todo y empezar de nuevo. Evidentemente me habían contado otra historia. A partir de ahí empecé a estudiar, con la influencia de Ibarra Grasso, quien tenía amplios conocimientos de todo eso. Un pilar, un sabio.


EXPERIENCIAS EN LA PROVINCIA DE SALTA

Viviendo en un paraje a 2700 metros de altura (35 Kilómetros de Cachi) en su condición de maestro rural, una noche, estando en la escuela, le avisaron los chicos y su familias que vivían entorno a la escuela, el paso de una "nave" que se acercaba, ovalada, con un contorno menor dentro del óvalo, luminosa, anaranjada volviéndose color neón, con una luz fría, duró unos 20 minutos; yendo de un cerro a otro en el valle, donde del otro lado también lo vieron en un lugar que se llama El Maray, unos políticos que venían en una camioneta. Luego Gustavo habló con ellos y describieron lo mismo que él vio. Gustavo logró sacar una foto. El episodio también fue corroborado por una compañera de trabajo de la esposa de Gustavo, que vio junto con otras personas, lo mismo, viajando en auto por un camino de cornisa desde un lugar que se llama La Caldera.
En Cachi, Gustavo también tuvo varios avistamientos, naves que se meten dentro de la montaña.
 ... hay testimonios de gente que vio bajar las naves, gente común que trabaja en su finca. Hablé con una mujer que me contó que un objeto quemó un árbol y que bajaron unos enanitos, muy graciosos, marrones, que hablaban pero no les entendía. Después de eso, la mujer tuvo unas facultades que no tiene todo el mundo. Este tipo de cosas pasaban a diario y seguramente siguen pasando.
 En el Nevado de Cachi, algunos han hechos mediciones y dicen que hay lugares donde hay actividad magnética, como si trabajara alguna maquinaria debajo.
... estuve en el (volcán)  Llullaillaco con el vasco y también solo o con otras personas. Es una zona especial, tal es así, que pareciera ser que Basaldúa  habla de ella en un libro(6), con coordenadas misteriosas que no existen, que en realidad terminaban en el océano pacífico. Hice algunas excursiones para ver si algo pasaba, pero no tuve suerte. Evidentemente Basaldúa no quiso dar las coordenadas exactas, o no se las dejaron dar; o tal vez dejó esta información para que se sepa que no hay acceso sino te llaman.

Expedicion al volcán Llullaillaco en Salta,  C.A..E, 1985 (foto perteneciente cae.ar.tripod.com.)

 
Gustavo Cavallo con el andinista Christian Vitry en expedición  al volcán Aracar, Salta, 1992 (foto perteneciente a la web www.culturademontaña.com)



OTRAS HISTORIAS

... En Tucumán, (donde viví dos años), hay un nombre en lengua local que es el diablo o donde habita: Cabra Horco. Hay dos cerros en el límite de la planicie con la montaña, del lado de Tafí del Valle, donde cuenta una leyenda, secuestraban a las mujeres y se las llevaban,; no se sabe para qué. Nadie quería ir. Un día tomo contacto con un ex montonero arrepentido llamado S...., que se había dedicado al misticismo y había comprado un hotel en Sierra de la Ventana, donde estuvieron los alemanes. La historia que contaba esta persona era esta: él tenía un grupo (gente valiente, fuera de serie), habían ido a Cabra Horco, encontrado unas cuevas, donde los animales no querían avanzar y los guías tampoco. Ellos bajaron con sogas, pero el miedo, el terror que sintieron era tal (no sabían por qué), que los hizo desistir y volver. 
 El hombre me pide que le presente a Goyén Aguado. Así lo hice. Al contarle su experiencia dramática G. Aguado le dio su bendición, y nunca más le habló ni lo llamó. El vasco no buscaba esos lugares, buscaba otros.
 En Salta también está la leyenda de la Salamanca, la cueva donde es el aquelarre, y la gente le tiene mucho miedo a eso, quizás es un poco creado por la fantasía religiosas que los españoles traían. Igual creo que la gente sabía, tenía noción de otras cosas que había. Antes que los maten preferían callarse la boca. Entonces, generación tras generación, se fue perdiendo todo eso; algunos conservaban historias, del abuelo, del tatarabuelo, etc...

Javier Stagnaro, Gustavo Cavallo y Pablo Basterrechea

(1) Oriundo del País Vasco, residió en Argentina. Ingeniero, agrimensor, conocido por sus estudios autodidactas y sus controvertidas teorías sobre la prehistoria de la humanidad.

(2) Estudioso argentino de fama internacional. Sus estudios antropológicos sobre las culturas americanas, son considerados de una gran erudición.

(3)Italiano, discípulo del famoso contactado Eugenio Siragusa. Afirma que luego de un estado de trance, recibió los estigmas de la crucifixión de Cristo.

(4) Este relato del encuentro con el gigante, parece ser confirmado por otro conocido de J. G Aguado. Luis Moroni le cuenta a la investigadora Débora Goldstern, una historia similar con la diferencia de que a dicho ser le llama "El Tataíto" (Secretos Subterráneos de los Mundos Olvidados, 2016, editorial Corona Borealis).

(5) Fallecido investigador argentino, también considerado un contactado. Autor de numerosos libros en la temática extraterrestre y paranormal.

(6)Erné. Leyenda Kantabro-americana (1893).

5 comentarios:

  1. Excelente la nota , quienes somos seguidores del tema entendemos y sabemos leer entre lineas este jugoso material publicado ....referente a seres halados existirian fotos de ellos tomadas en Salta

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  2. Hola Mario, Cualquier información sobre seres alados en nuestro país, me interesaría conocerla. Gracias por escribir

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  3. Soraya Andrea Cabrejo Mill27 de julio de 2018, 22:28

    Me encanta la temàtica! Un lujo y muchos recuerdos; pasado , presente.

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    1. Gracias Soraya por escribirnos. Bueno, con tu apellido no me extraña. Me gustaría comunicarme contigo si es posible. Saludos

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  4. Soraya gracias por los comentarios.Recuerdo a una nieta de Don Ernesto sos ella ,concurrimos al mismo profesorado.

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